Artesano mexicano denuncia a Nestlé por plagio de diseño

La marca sacó en 2015 una serie de tasas promocionales de Chocolate abuelita, con dibujos similares a los de Adalberto y Angélica.

 

Regeneración, 23 de octubre de 2017.- Una gran sorpresa se llevaron Adalberto Flores Gómez y su esposa Angélica Martínez, quienes un día de compras en un súper mercado encontró sus diseños impresos en una casa promocional de Chocolate Abuelita, de Nestlé.

Adalberto y Angélica son originarios de San Pablo el Grande, municipio de de Tenango de Doria, Hidalgo, de donde son originaros los «tenangos», un tipo de dibujo que ha hecho famoso al pueblo y que representan a animales, vegetación y paisajes.

«Me di cuenta porque fuimos a Aurrerá y vimos las tazas con chocolates abuelita; venía dibujos de Chiapas, Oaxaca y nuestros Tenangos; una figura que venía ahí era uno de mis dibujos», dijo Gómez para el Universal.

Los artesanos fueron asesorados por el investigador y promotor cultural Carlos Arturo Martínez Negrete, y el abogado José Dolores González Ortiz, con quienes en septiembre de 2016, emprendieron una batalla legal contra la empresa por presunto plagio.

Según el creador, desde 2014 habían hecho el primer registro de los dibujos y bordados ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor.
«En 2014 registramos más de 10 mil dibujos, pero tosos los hicimos en blanco y negro. Sólo la manta con el dibujo. Posteriormente los hicimos con los colores del bordado», indicó.

Mientras tanto, la empresa Nestlé de México indicó a través de su vicepresidenta de Comunicación Corporativa, que la campaña fue encargada a su agencia publicitaria que a la vez, contrató al artista mexicano Mike Infierno.

En la página del también tatuador, aparecen los dibujos que tienen una semejanza impresionante con las de los artesanos hidalguenses y él mismo indica que son «tenangos», pero no da crédito ni a la etnia ni al pueblo.
Según la especialista antropóloga, Marta Turok, el plagio de las creaciones de arte popular por diseñadores y artistas es parte de una falta de conciencia.

«Tiene que ser fundamental que se acredite a la comunidad o a la etnia de donde proviene la inspiración y si es posible, el nombre o grupo de la persona que físicamente realizó el trabajo, consideró.

El camino por el reconocimiento no será fácil, según compartió el abogado González Ortiz, pues hasta ahora, ninguna denuncia de este tipo ha prosperado, pero y es hora de que las autoridades muestren su sensibilidad y pericia.

«Para muchos abogados tradicionalistas y empresarios oportunistas, toda artesanía está en el dominio público, por el solo hecho de que los artesanos no registran su obra. Pero está muy claro que el derecho de autor universal parte de la premisa de que una obra tiene valor desde el momento que es creada, independientemente de que esté registrada o no», dijo.

Los diseños artesanales, han cobrado fama internacional y en varias ocasiones son utilizados sin permiso por empresas trasnacionales que, impunes, los usan sin pagar derechos por ellas o si quiera reconocer a los creadores originales.

Vía El Universal.