En 2015, la trasnacional sacó a la venta una colección de tazas de chocolate Abuelita que, dicen, utilizó dibujos similares a los que ellos han producido.
Regeneración, 23 octubre 2017.- En Tenango de Doria, Hidalgo, en medio de puestos de verduras y comida, saltan a la vista esas figuras que han hecho famoso al pueblo: los tenangos. Están en las puertas y paredes de casas, en los muros de las instancias de gobierno, en la fachada del palacio municipal, pero las estafas y la piratería de sus diseños están a la orden del día.
Uno de los tantos problemas que enfrentan los creadores de estas artesanías que se cotizan en el extranjero y que llaman tanto la atención de diseñadores de grandes marcas de ropa, como Mango, que en estos días ha sido acusada de robar la iconografía de artesanos hidalguenses.
Los esposos, Adalberto Flores Gómez y Angélica Martínez, desde septiembre de 2016, artesanos originarios de San Pablo el Grande están en litigio con la empresa Nestlé México, a la que acusan de plagiar sus dibujos.
En 2015, la trasnacional sacó a la venta una colección de tazas de chocolate Abuelita que, dicen, utilizó dibujos similares a los que ellos han producido. “Me di cuenta porque fuimos a Aurrerá y vimos las tazas con chocolates Abuelita; venían dibujos de Chiapas, Oaxaca y nuestros tenangos; una figura que venía ahí era uno de mis dibujos”, relata Adalberto, quien trabaja junto a su esposa y su hija. Entre los diseños que reclaman como suyos están un venado, un colibrí y un armadillo.
Asesorados por el investigador y promotor cultural Carlos Arturo Martínez Negrete, y el abogado José Dolores González Ortiz, en septiembre de 2016 emprendieron una denuncia contra la empresa ante la PGR por presunto plagio. Para poder iniciar esta acción penal, tuvieron que registrar sus diseños bordados ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor.
El registro al que aluden en la denuncia se realizó en abril de 2016, pero Martínez Negrete asegura que ya desde 2014 habían hecho un primer registro de los dibujos ante esa misma instancia. “En 2014 registramos más de 10 mil dibujos, pero todos los hicimos en blanco y negro. Solo la manta con el dibujo. Posteriormente lo hicimos con los colores del bordado”, señala. Ese registro, dice, fue parte de la campaña El valor de la firma, presentada en marzo de ese año en el Senado de la República; también se montó una exposición en el Metro Bellas Artes y en varias estaciones.
La denuncia contra Nestlé fue recibida por la PGR, que abrió el expediente número FED/SEIDF/UNAI- HGO/0001608/2016, y en enero de este año designó a peritos en materia de propiedad intelectual para que le dieran seguimiento. El caso está ahora en proceso de integración de la carpeta de investigación para remitir al juez. Según el abogado González Ortiz, las acciones jurídicas que implementarán serán de carácter penal y civil.
Nestlé México negó que haya reproducido indebidamente la obra de algún autor o comunidad de artesanos mexicanos. A través de Julieta Loaiza, subdirectora de Comunicación Corporativa, la empresa reveló que en 2014 “encomendó a su agencia publicitaria JWT, la creación de una campaña que promoviera la difusión de motivos artísticos y tradiciones de la cultura mexicana, para lo cual contrató al artista mexicano Mike Inerno, quien elaboró una serie de dibujos de creación original para usarlos en la colección 2015 de tazas de Chocolate Abuelita”.
Un tema que han señalado especialistas, como la antropóloga Marta Turok, es la falta de conciencia de los diseñadores y artistas hacia los creadores del arte popular. “Tiene que ser fundamental que se acredite a la comunidad o a la etnia de donde proviene la inspiración y si es posible, el nombre o grupo, de la persona que físicamente realizó el trabajo”, dijo a este diario en un trabajo sobre relaciones entre diseño y artesanía.
La taza amarilla firmada por Mike del Inerno luce diseños idénticos a los plasmados por Adalberto y Angélica en cojines y caminos de mesa que venden en el mercado de Tenango de Doria y en su casa, cuya fachada está decorada con tenangos. Ahí se puede ver un venado, similar al del producto hecho por el artista.
Los artesanos dicen que todo este proceso no ha sido fácil, pero aseguran que seguirán adelante. “Queremos ganar la demanda para que vean que los artesanos pueden registrar sus imágenes, porque aquí el estado y el municipio se la han pasado diciendo que no se puede registrar”, expresa Adalberto. Una de las dificultades es que desconocen los procesos e instancias a las que hay que acudir.
“Para muchos abogados tradicionalistas y empresarios oportunistas, toda artesanía está en el dominio público, por el solo hecho de que los artesanos no registran su obra. Pero está muy claro que el derecho de autor universal parte de la premisa de que una obra tiene valor desde el momento que es creada, independientemente de que esté registrada o no”, dice el abogado González Ortiz.
Con información de El Universal