El crimen organizado se mantiene a la alza, ahora a cargo de «Los Rodolfos», que también operan desde Tláhuac
Regeneración, 31 de julio de 2018.- El día de ayer, cerca de las 2 de la tarde fue asesinado Adrián José Chavarría Castillo, quien presuntamente se desempeñaba como abogado de “El Ojos”, líder del Cártel de Tláhuac, ultimado por la autoridad federal el año pasado.
Chavarría Castillo contaba con 55 años de edad.
Al momento del ataque se encontraba comiendo tacos de carnitas en un puesto informal ubicado en la calle Gitana, perteneciente a la colonia La Turba, delegación Tláhuac. Estaba acompañado de su pareja sentimental.
De acuerdo con versiones de testigos, un hombre de entre 25 y 30 años de edad, que estaba ubicado a escasos metros de Chavarría, se acercó, sacó un arma de fuego y le disparó en la cabeza.
El abogado está relacionado con más de cinco juicios civiles por su participación en la supuesta regularización de predios que invadía la gente de “El Ojos”.
Además, se dedicaba a regularizar terrenos que invadían integrantes del Cártel de Tláhuac en colonias como La Turba y La Nopalera.
También era dueño de la casa donde fue abatido Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, según fuentes de la Policía de Investigación.
¿Quién era «El Ojos»?
Felipe de Jesús Pérez, alias ‘El Ojos‘, comenzó a operar en la Ciudad de México en 2012. Era originario de Michoacán.
“El Ojos” controló el narcomenudeo en la delegación Tláhuac y rápidamente su influencia se amplió a las inmediaciones de Milpa Alta, Xochimilco e Iztapalapa.
Trabajaba a través de una red de taxistas y mototaxistas que servían de ‘halcones’ y de vendedores de droga; luego comenzó a apoderarse de los ambulantes y los comerciantes y a cobrarles cuotas.
“El Ojos” y su organización delictiva no solo controló el narcomenudeo en la zona oriente, también se dedicó a secuestros, homicidios y a la extorsión.
Primer año de la muerte de “El Ojos”
El pasado 20 de julio se cumplió un año de que “El Ojos” fue abatido a manos de elementos de la Marina Armada de México, en medio de un operativo implementado en la colonia La Conchita, delegación Tláhuac.
Desde esa fecha no se ha registrado disminución de los índices delictivos en la zona oriente de la capital del país.
Por el contrario, desde esa fecha continúa el narcomenudeo, los asesinatos y detenciones en el que era su territorio.
De acuerdo con el reportero Braulio Colín, “nadie en los últimos años había alcanzado un poder parecido como el de Felipe de Jesús, el del famoso narco corrido. Y desde luego nadie lo había ejercido como él y los suyos. Mataban a quienes no se plegaban, amenazaban a cualquiera que les pusiera en problemas.”
En las calles de dicha demarcación, sus subalternos y algunos de sus familiares (los que sobreviven o se encuentran en libertad, puesto que la Marina detuvo a su hijo Kevin y mató a El Richi, uno de sus sobrinos) siguen peleando la plaza a balazos.
Y es que el narcomenudeo en la zona sigue al alza. No paró tras el abatimiento del capo.
Según el reporte del Observatorio de la Ciudad de México en Seguridad y Justicia (OCDMX) el narcomenudeo en Tláhuac tuvo el aumento más drástico en toda la ciudad al sumar 46 indagatorias abiertas en el primer trimestre del año.
De acuerdo con el informe, que considera las indagatorias de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), la tasa para este delito fue 22 veces más alta en comparación con el primer trimestre de 2017, cuando El Ojos todavía operaba en Tláhuac, al pasar de 0.57 a 12.57 por ciento.
A partir de las detenciones y asesinatos de los integrantes del Cártel de Tláhuac, otro grupo, “Los Rodolfos”, comenzó a acumular poder en la delegación Xochimilco, y de acuerdo con fuentes de la PGJ-CDMX, hasta la fecha mantiene el control del trasiego de la droga en esa demarcación.
Hechos violentos como el asesinato en febrero pasado de dos presuntos narcomenudistas, en el pasillo verde, dentro de Ciudad Universitaria, entre las facultades de Contabilidad e Ingeniería, por integrantes de un grupo rival, han sido muestras que hay grupos criminales que se disputan la capital.
Inclusive la DEA entregó información a las autoridades mexicanas sobre la presencia de cárteles que operan a nivel nacional que se instalaron en la Ciudad de México.
El cártel más conocido en la ciudad era el de Tláhuac, aunque en esa misma demarcación operan Los Rodolfos, a los que se deben sumar Los Negros, cuya zona de control está en la delegación Gustavo A, Madero y Los Patines, que controlan la zona de la Unidad Habitacional Ejército de Oriente, en Iztapalapa.
Con información de La Crónica de Hoy