Atracos psicológicos cada vez más frecuentes en transporte de la CDMX

En el 2017 se registraron 633 asaltos con violencia y 97 sin violencia, pero el tipo de atracos psicológicos son cada vez más frecuentes.

Regeneración, 27 de febrero de 2018.- En el 2017 se recibieron tres mil 240 denuncias de robos en transportes públicos, de estas cuales mil 680 ocurrieron en el metro, un promedio diario de 4.6 asaltos, así lo dio a conocer la estadística de incidencia delictiva en la Ciudad de México.

El reporte que fue elaborado por la Dirección General de Política y Estadística Criminal, de la Procuraduría General de Justicia capitalina, da cuenta que los robos en el transporte público con violencia fueron 769, con un promedio de 2.1 por día, y en el interior del metro ocurrieron 136.

ASALTO PSICOLÓGICO

Estos últimos a través de una forma muy común y poco consciente para la víctima: el asalto psicológico, en esta dinámica los presuntos delincuentes se dirigen a los pasajeros con un discurso intimidante, “en la forma de pedir está el dar, acabamos de salir del Reclusorio, por eso nadie nos quiere dar trabajo”.

Su discurso es empleado con el propósito de que las víctimas cooperen de manera voluntaria con algo de dinero a los solicitantes, quienes son generalmente dos o tres sujetos que abordan las diversas unidades de transporte público, así lo publica en una nota Excélsior.

Testimonios de algunas víctimas de este tipo de atracos,dicen no es extraño que en algunos tramos largos entre estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro algunos hombres, que en ocasiones portan armas, soliciten dicha contribución a los usuarios, quienes por temor acceden.

Esta forma de extorsión no es exclusiva del STC, de hecho es muy común que algunas de numerosas rutas de los microbuses que circulan por las calles de la Ciudad de México sean abordadas por sujetos que piden cooperación voluntaria. Tan solo en 2017 se observaron 633 con violencia y 97 sin violencia; pero estas cifras corresponden sólo a los delitos que sí fueron denunciados.

Respecto a esto, la psicóloga Susana de Hoyos explicó que una de las reacciones al miedo es la sumisión, en la que las personas al sentirse amenazadas, ceden a las peticiones de alguien que consideran que les puede hacer daño y evitan el contacto visual con los agresores.

Esto evidencia por qué muchas personas, ante el miedo de ser asaltadas o lastimadas, deciden voluntariamente hacer las aportaciones que quienes “salieron del Reclusorio solicitan amablemente”, comportamientos que no están contemplados como delitos pero que ocurren todos los días.