El escritor Augusto Monterroso nació el 21 de diciembre de 1921, en Honduras, pero eligió Guatemala como su patria y México como su país de residencia y desarrollo literario; El dinosaurio, es considerado el cuento más corto de la historia de la literatura
“La vida no es un ensayo, aunque tratemos muchas cosas; no es un cuento, aunque inventemos muchas cosas; no es un poema, aunque soñemos muchas cosas. El ensayo del cuento del poema de la vida es un movimiento perpetuo; eso es, un movimiento perpetuo”.
Monterroso augusto, Movimiento perpetuo, 1972.
Por Martha Rojas
RegeneraciónMx.- Autor de fábulas, parodias, notas, reflexiones, catálogos, pseudobiografías, pero sobre todo cuentos Augusto Monterroso (Honduras, 1921) Tito para sus amigos, quien este 21 de diciembre cumpliría 100 años, se consolidó como el patriarca de las formas breves.
Monterroso murió en Ciudad de México en 2003, alejado de su patria elegida, Guatemala, de la que tuvo que huir cuando sus palabras no pudieron doblegarse ante los designios del dictador Jorge Ubico, de esa época, el fabulador recordaría la pancarta que escribió en los años cuarenta en una protesta: “No me ubicó”, decía.
Una frase escueta -como las que gustaba armar- definiría más que su repulsión contra Ubico, la esencia de su literatura: la brevedad.
Cuatro años después de escribir esa frase, Monterroso fue a la cárcel por algunos meses hasta que logró escapar y refugiarse en la embajada mexicana de Guatemala mientras sus compañeros de la militancia derrocaban al militar Federico Ponce Valdés, quien se había hecho con el poder hacia 1944.
El suceso dio paso a un gobierno para el pueblo, encabezado por Jacobo Arbenz. Un sueño que sólo duraría diez años para Guatemala y para Augusto, que tras la caída de Arbenz volvió a exiliarse, esta vez, en Chile para finalmente regresar a México. Esas complejas situaciones humanas en las que el azar guarda una mueca para nosotros consiguieron un lugar especial dentro de la literatura autodidacta de Monterroso.
EL CUENTISTA DE LA BREVEDAD
Un universo de fábulas, ficciones y otras situaciones de índole real que inspiraron en escritores bien consolidados como Roberto Bolaño, Italo Calvino o Carlos Monsiváis, algo más que agrado, fueron el gran legado del guatemalteco, cuya obra se desarrolló y publicó en México.
«Sus textos atentan contra convicciones, destruyen en silencio, pausada y serenamente el convencionalismo o la tontería en las que vivimos con comodidad, reivindican con una firmeza excepcional lo que significa —pasamos rechazando— la palabra, la construcción verbal, la frase en nuestras vidas.», escribe sobre Monterroso, Noé Jitrick en una introducción a la publicación de Obras completas, UNAM, 2008.
Monterroso es hoy, el famoso autor del cuento más corto del mundo El dinosaurio: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Monterroso se corregiría y diría que no se trata de un cuento sino de una novela.
Tito reconocido en el ocaso de su vida, con el Premio Princesa de Asturias y el Juan Rulfo. Ambos recibidos en el año 2000, tres años antes de su muerte.