‘Ayotzinapa confirma contubernio crimen organizado y Estado’, afirma rector de la Ibero

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Fernández Dávalos sostuvo que Iguala se ha vuelto un caso paradigmático, cuya resolución permitiría descubrir todas las complicidades entre el crimen organizado y el Estado.

Regeneración, 27 septiembre 2016.- David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana (UIA), afirmó que Iguala “es la punta visible del iceberg de un problema bastante más profundo y fundamental en el país”, y los desaparecidos de Ayotzinapa, subrayó, son la confirmación del contubernio entre el crimen organizado y algunos sectores del Estado.

De acuerdo con el académico, los normalistas desaparecidos en septiembre de 2014 no hacen a un lado a otros desaparecidos del país, sino que los representan frente al conjunto nacional de aquellos sobre quienes el gobierno no ha sabido dar respuesta.

“Son tan valiosos unos como los otros, pero los primeros representan a todos frente al conjunto nacional”, precisó Fernández Dávalos en la mesa de diálogo La desaparición forzada: alternativas y propuestas desde la sociedad civil, que formó parte de las jornadas conmemorativas Ayotzinapa 43: 24 meses, organizadas el 26 y 27 de septiembre por la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana (ASEUIA), en colaboración con varias instancias universitarias.

Fernández Dávalos subrayó que Ayotzinapa no tiene relevancia en sí misma como un hecho aislado, sino como manifestación de dinámicas profundas de corrupción, contubernio y descomposición del Estado mexicano.

El rector sostuvo que ese se ha vuelto un caso paradigmático, cuya resolución permitiría descubrir todas las complicidades entre el crimen organizado y el Estado.

De acuerdo con un comunicado difundido por la UIA, Yadira González, hermana de Juan González Hernández, desaparecido desde hace 10 años en Querétaro y representante del movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, señaló que la iniciativa de Ley General sobre Desaparición Forzada no toma en cuenta los “daños colaterales”, es decir, aquellos familiares que viven alrededor de la persona desaparecida y que se ven afectadas por su ausencia.

Por su parte, Sara Hernández Alcántara, madre de Juan González Hernández, invitó a todos los estudiantes de la UIA presentes en el foro a ser conscientes del peligro y el problema que representaría para sus familias el que uno de sus integrantes desapareciera súbitamente.

A su vez, el doctor Gilberto Santa Rita, académico del departamento de Derecho de la Ibero, destacó que México vive una etapa “muy importante pero muy oscura, en la que las personas se defienden a través de audiencias”, y el caso de Ayotzinapa, dijo, “ha caído en un agujero negro, debido a la opacidad en torno a los jueces”.

“Quienes juzgan, quienes legislan, así como los militares, están muy lejos de las víctimas; pareciera que la ciudadanía y las autoridades pertenecen a bandos irreconciliables”, añadió el especialista en temas penales.

 

Con información de Aristegui Noticias