Beltrones asegura que al PRI lo dañaría desdoblarse hacia la derecha, como le sucedió al PRD, se diluyó y fortaleció a Morena. “El PRI está obligado a desdoblarse hacia la izquierda, como progresista, no conservador. Si el candidato que resuelva el PRI es conservador, no laico y gira a la derecha, el PRI perderá su esencia.”
Regeneración, 22 agosto 2017.- Manlio Fabio Beltrones, uno de los emblemas del viejo régimen político mexicana, asegura que no pretende la candidatura del 2018. Lo que busco es aportar la forma de construir acuerdos para que mi país tenga una nueva y eficaz gobernabilidad”. El hábil operador político, defiende los gobiernos de coalición, una figura permitida por la Constitución desde hace tres años.
El PRI decidió en su asamblea de la pasada semana abrirse a la posibilidad de presentar un candidato simpatizante del partido. Todas las miradas apuntan ahora al actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
En una entrevista con el diario El País, expresó un parecido veto al precandidato José Antonio Meade, quien ha trabajado, desde el gabinete, para presidentes del PAN y del PRI.
“Si algo le puede hacer daño al PRI es desdoblarse hacia la derecha, como le sucedió al PRD, que con sus alianzas electorales con sus opuestos se diluyó y fortaleció otra opción, Morena. El PRI está obligado históricamente a desdoblarse hacia la izquierda, como un partido progresista, no un grupo conservador. De ahí la importancia de la postulación de un candidato. Si el candidato que resuelva el PRI es de carácter conservador, no laico y gira a la derecha, el PRI perderá su esencia.”
¿Hay marcha atrás para que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, sea el candidato presidencial del PRI?
-No me atrevería a descartar a nadie, pero esperaría que el proceso interno tenga la dosis necesaria y fundamental de democracia. Eso es lo que a un candidato, simpatizante o militante, le haría suficientemente fuerte en la competencia. Esta no fue una asamblea de partido hecha exclusivamente para postular un candidato, fue para abrir al PRI ante la sociedad pero conservando lo que siempre he demandado: la identidad. Quien desde las simpatías aspire a la candidatura está obligado a identificarse con el partido, no es simplemente que se le apunte para ver si como un simple vehículo lo trasladamos a que sea presidente de la República.
A la pregunta de que si ha desaparecido el dedazo en el PRI, contesta que esa práctica es la que más daño les podría hacer a los priistas y la posibilidad de que siga vigente siempre está.
¿Cuánto puede pesar la baja popularidad de Peña Nieto sobre el próximo candidato del PRI?
-Citando a un buen amigo: “El ejercicio del poder desgasta, pero más desgasta el no poder”. Creo que el presidente ha sufrido el desgaste de poder hacer las cosas. Las reformas están a la vista y el México diferente ahí está después de 12 años de ineptitud en los que no se pudieron sacar las reformas necesarias. Si queremos ganar las elecciones de 2018 lo peor que podemos hacer es negarnos a nosotros mismos y al Gobierno que instalamos y que hizo posible las reformas. Aquel que quiera quedarse en el pasado está en su libertad de hacerlo. Lo que más nos identifica es la R de la Revolución y las reformas.
¿Estaría dispuesto a tender la mano a un eventual presidente López Obrador?
-La tarea política no es tender la mano, sino poner sobre la mesa los instrumentos que garanticen los acuerdos, pero no para Andrés Manuel, sino para cualquier otro que esté en la competencia.
Con información de El País