El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo tuvo que trasladarse a otra sede ante el intento de los opositores a que asumiera el cargo del Ejecutivo Federal.
RegeneraciónMx, 15 de enero de 2024.- Bernardo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala con ocho horas de retraso, generando protestas en las calles y reacciones de líderes internacionales. Según la Constitución, la toma de posesión debía realizarse a más tardar a las 16 horas del 14 de enero, pero a las 22 horas, Arévalo aún esperaba la juramentación debido a demoras en el Congreso.
La demora provocó una disputa entre legisladores cuando finalmente juramentaron, relacionada con la conformación de la nueva directiva de la Cámara. Arévalo instó a los diputados a respetar la voluntad popular, denunciando intentos de vulnerar la democracia. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, leyó un pronunciamiento conjunto de líderes internacionales, instando al Congreso a cumplir con su mandato constitucional y entregar el poder al presidente electo.
Bernardo Arévalo con respaldo internacional
Más de 60 delegaciones internacionales, incluyendo las de Colombia, Chile y Costa Rica, asistieron a la investidura. El constitucionalista Gabriel Orellana explicó que Arévalo tenía la obligación de asumir el cargo ese domingo, sugiriendo que podría esperar a la formación de la junta directiva del Congreso o tomar posesión directamente.
Roberto Alejos, constituyente, señaló que la ausencia de una junta directiva no impediría la asunción de Arévalo. Posteriormente, el nuevo Congreso restituyó la bancada de Arévalo y derogó la decisión de declarar independientes a los diputados del Movimiento Semilla. La Nueva Junta Directiva 2024-2025 fue conformada, permitiendo la transmisión del mando a Arévalo como Presidente y Karin Herrera como vicepresidenta.
El episodio destacó tensiones políticas y desafíos protocolares, subrayando la importancia de respetar los principios democráticos. La comunidad internacional respaldó la voluntad popular expresada en elecciones justas. La investidura finalmente se llevó a cabo después de superar obstáculos, marcando el inicio del mandato de Arévalo al frente de Guatemala.