Biden presenta propuesta de gasto; relega regularización de migrantes

Joe Biden dijo que la propuesta de gasto social creará millones de puestos de trabajo, hará crecer la economía y combatirá la crisis climática
Joe Biden presenta su propuesta de gasto social

Regeneración, 28 de octubre de 2021. El «histórico» paquete de gasto social del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sigue en el aire ante el escepticismo que ha provocado con los demócratas la notable reducción de su costo a unos 1.75 billones de dólares respecto a los 3.5 billones iniciales, dejando fuera medidas como la baja pagada por maternidad.

“Sé que tenemos un plan económico histórico”, dijo Biden en un discurso a la nación después de discutir el paquete con los líderes de su partido, que se ha dividido sobre el costo y los detalles de la iniciativa.

“Es un plan que creará millones de puestos de trabajo, hará crecer la economía, invertirá en nuestra nación y nuestra gente, convertirá la crisis climática en una oportunidad y nos pondrá en un camino no solo para competir, sino para ganar la competencia económica para el Siglo XXI“, agregó.

Los planes, el primero sobre infraestructuras y el segundo sobre medidas sociales y medioambientales, representan “inversiones históricas”, indicó el presidente, aunque el importe se ha reducido considerablemente respecto a las ambiciones originales.

La mayor inversión para combatir el cambio climático

Del total, 555.000 millones de dólares están destinados a combatir el cambio climático, lo que representa la mayor inversión de la historia para ese frente.

“Este marco también hace la inversión más significativa para lidiar con la crisis climática, más allá de cualquier otra nación avanzada en el mundo”, indicó Biden.

Sin embargo, se retiró la reforma de para bajar el precio de medicamentos recetados y otorgar una licencia por maternidad, entre otros beneficios sociales.

Deja de lado la regularización de migrantes

El plan de la Casa Blanca deja la puerta abierta a añadir otros 100,000 millones de dólares que se destinarían a inmigración, pero todo apunta a que irían a parar a gastos de visados y no a la regularización de millones de indocumentados, como querían inicialmente los demócratas.