Blue o cómo Joni Mitchell pasó de musa a rapsoda

Las mujeres creadoras del rock pop entre las décadas de los 60 y los 70 tuvieron que lidiar con el estigma de ser sólo musas…. hasta que llegó Joni Mitchell y le dio un giro de 180 grados a la música de la época creando obras de arte como su disco Blue, y la canción Woodstock, éxito de la banda Crosby, Stills, Nash & Young.

Joni Mitchell pasó de ser sólo una musa del rock pop a toda una rapsoda, una artista que le dio un giro de 180 grados a la música de su época.

Por Miguel Martín Felipe

RegeneraciónMx, 06 de febrero de 2022.- La antigua generación de mujeres creadoras del ámbito rock/pop, tenía que lidiar aún con el estigma de ser sólo musas. Joni Mitchell, la canadiense hippie de aspecto frágil y espíritu combativo, pero antibelicista, tuvo affairs con casi cada integrante de Crosby, Stills, Nash & Young, pero con el plus de darles un éxito de su autoría: la canción Woodstock.

Mitchell siempre se arrepintió de no acudir al festival homónimo de 1969, mitificado por la historia. Ella fue una de sus grandes ausentes junto con Dylan y los Beatles.

Para 1971, entre los recuerdos de sus viajes a Europa y los sentimientos de sus vivencias personales, Joni Mitchell publicó un disco que en estos tiempos se calificaría de minimalista, con piano, guitarra acústica, steel guitar y el curioso dulcimer apalache, un instrumento autóctono, guiño contestatario de Mitchell contra el establishment. Los entendidos dicen que el registro vocal de Joni Mitchell abarcaba en ese entonces un rango de cuatro octavas, que acariciaba entre terciopelo y seda, mientras que sus letras y ejecución de los instrumentos completaban un cóctel de ensueño.

Joni Mitchell pasó de ser sólo una musa del rock pop a toda una rapsoda, una artista que le dio un giro de 180 grados a la música de su época.

El disco comienza con una oda a la libertad llamada All I want (todo lo que quiero). Desde el primer momento muestra la base instrumental que integran el dulcimer y la guitarra acústica, con la afinación en acordes abiertos (open tuning), muy popular en el folk, y que a nosotros los guitarristas amateurs, nos suena desafinada la primera vez que la probamos. “I wanna’ have fun, I wanna’ shine like the sun” (“Quiero divertirme, quiero brillar como el sol”), irrumpe en nuestros oídos con furibunda delicadeza entre los sublimes falsetes de la rubia canadiense establecida en California.

El tema My old man (Mi viejo), esboza un travieso romance sin ataduras con un hombre maduro, aunque con cierto toque melancólico, por la atmósfera que componen esa voz que sabe lo que provoca, y la ejecución de un piano muy puntual. “He’s my sunshine in the morning / He’s my fireworks at the end of the day” (“Él es mi brillo de sol en la mañana / Él es mis fuegos artificiales al final del día”), nos espeta horonda y casi suspirante.

Little green (Pequeña verde) es un poema de amor filial, que con arpegio le canta a su primogénita, a quien dio en adopción ante la juventud de su maternidad prematura. “Choose her a name she will answer to / Call her green and the winters cannot fade her” (“Escojan un nombre al que responderá / Nómbrenla verde y los inviernos no pueden desvanecerla”. La recompensa llegaría décadas después, cuando Little Green la buscaría para recuperar los años perdidos.

La canción Careymantiene el tono melancólico que Mitchell intercala con el desparpajo su sello particular, y propone un paseo por Europa de la mano de este romance que deja en sus labios una miel que plasma a pura guitarra folk. “Oh you’re a mean old daddy but I like you” (“Eres un madurito malvado, pero me gustas”).

La palabra blue no se refiere solamente al color azul (el disco se llama así sólo por el evidente filtro azul en la foto de portada); más bien se trata de un feliz juego semiótico muy sutil, puesto que, blue, comúnmente significa tristeza. En esta sencilla pieza a piano, Mitchell se ocupa de cantarle a este sentimiento: “Blue, here is a shell for you, inside you’ll hear a sigh, a foggy lullaby” (“Tristeza, aquí hay una concha para ti, dentro escucharás un suspiro, una brumosa canción de cuna”).

Joni Mitchell pasó de ser sólo una musa del rock pop a toda una rapsoda, una artista que le dio un giro de 180 grados a la música de su época.

California es el canto alegre de quien regresa de tierras lejanas, con un acompañamiento algo más complejo que enriquece esta canción intimista. Algo debió tener la California hippie como para que se le hicieran tantos homenajes. “Oh make me feel good rock ‘n’ roll band / I’m your biggest fan” (“Hazme sentir una buena banda de rocanrol / Soy tu más grande admiradora”).

En This flight tonight (Este vuelo esta noche), Joni muestra que hasta un viaje corto tiene tela para cortar, con momentos que emulan a la emisión de una estación de country suave, y versos intensos como: “Blackness everywhere and little lights shine / Come on light the candle in this poor heart of mine” (“Negrura por todos lados y pequeñas luces brillan / Vamos, enciende la vela en este pobre corazón mío”).

River (Río) es un buen ejemplo de depresión invernal. Trovada a piano y voz, con el complemento perfecto: el guiño al riff de Jingle bells.It’s coming on Christmas / I wish I had a river I could skate away on” (“Viene la navidad / Quisiera tener un río en el cual perderme patinando”). Otro punto bajo en el electrocardiograma del disco, no así en la calidad del mismo.

A case of you (Una caja de ti) se instala en la ternura e incluso el cinismo, aunque sin dejar totalmente fuera la melancolía. Otra vez cobra protagonismo el dulcimer de la mano de la guitarra folk en esos acordes abiertos embrujantes y con unos falsetes deliciosos en la voz. «Love is touching souls / Surely you touched mine” (“El amor es tocar almas / sin duda tocaste la mía”).

Joni Mitchell pasó de ser sólo una musa del rock pop a toda una rapsoda, una artista que le dio un giro de 180 grados a la música de su época.

Last time I saw Richard (La última vez que vi a Richard) es la historia agridulce con la que Joni cierra esta entrega sentada al piano. Tiene versos directos y sentidos, como todos en este disco. Mitchell se desborda para terminar de hacer historia. “You got tombs in your eyes but the songs you punched are dreaming” (“Tienes tumbas en tus ojos, pero las canciones que golpeaste están soñando”).

David Crosby opinó del disco: “es una granada de mano”. Bob Dylan lo homenajeó diciendo que estaba enredado en él (Tangled up in blue).

Joni Mitchell le dio al mundo una explosión de arte hija de su tiempo e irrepetible. Estas melodías emanadas del alma de una creadora portentosa siguen siendo dignas de experimentarse.

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