Por Félix Santana Ángeles.
Las acciones más radicales no se encuentran en la violencia, sino en la determinación, la creatividad, información y disciplina, por eso no resultaría extraño que como medida de presión social, para detener el ecocidio, las energías del movimiento #abrazacemosTollocan se dirigieran en un boicot en contra de Liverpool como fuente de los problemas, porque han abusado y se han coludido con la corrupción burocrática, disfrazada de incompetencia gubernamental.
Regeneración, 26 junio 2017.- Desde su oficina de comunicación, el 19 de junio de 2017, bajo el folio 36289, el gobierno del Estado de México anunció la construcción de dos retornos vehiculares en Paseo Tollocan, entre las calles Ignacio Comonfort y Alfredo de Mazo para mitigar el impacto ambiental, disminuir la saturación vial y reducir los contaminantes de 35 mil autos que circulan todos los días; con ello, dice el comunicado, permitirá el acceso a vehículos ligeros que vayan con dirección a la Ciudad de México o al centro de Toluca.
Al otro día, decenas de ciudadanos se movilizaron para acampar de manera indefinida sobre el camellón de Paseo Tollocan, con la finalidad de evitar el derribo de 100 árboles que se interponen con ese proyecto, ese mismo día, el gobernador Eruviel Ávila ordenó posponer la construcción, mientras se presenta el proyecto a la sociedad civil en mesas de diálogo, aunque advirtió que la obra no se cancelaría.
El 21 de junio, los secretarios Francisco González Zoyoza y Raúl Vargas Herrera de Infraestructura y Medio ambiente respectivamente, presentaron el Plan Integral de Movilidad en Paseo Tollocan, ahí dijeron que la obra constaría de dos deprimidos, que esperarían una circulación de 400 vehículos por hora y su costo sería de 140 millones de pesos aportados por Grupo Galerías, también argumentaron que aunque se afectarían a 200 árboles, se sembrarían al menos 3 mil con lo que combatirían la emisión de 810 mil kilogramos de CO2, posiblemente con ello, pretendan evitar que Toluca sea la segunda Ciudad mexicana con peor calidad del aire, según el ranking de la Organización Mundial de la Salud, publicado en 2016.
Posteriormente, el secretario de infraestructura entregó el Plan de Movilidad al nuevo rector de la Universidad Autónoma del Estado de México para que con “rigor científico”, emitiera una opinión y con ello, determinar si deberían seguir adelante con la obra; en este punto, resulta simpático encargar un estudio “independiente” a quien ha sido señalado por perseguir a sus opositores políticos como el Maestro Fermín Carreño, por expresar que su nombramiento como Rector fue impuesto por el Gobernador en turno.
La ausencia de conocimiento en la materia o el abuso de atribuciones por parte de la autoridad, exponen a la Administración de Eruviel como improvisada o incapaz de articular un proyecto vial, vinculado a la inversión de 2 mil 260 millones de pesos que hiciera la empresa mexicana El Puerto de Liverpool, habrá que recordar, que el 9 de marzo de 2014, el entonces Secretario de Desarrollo Económico Adrián Fuentes Villalobos informó que se cumplieron con los dictámenes de impacto ambiental, de protección civil y factibilidad vial, sin embargo, nunca se dieron a conocer públicamente.
De acuerdo con el Programa Anual de obras 2017, de la Secretaría de Infraestructura, junta de Caminos del Estado de México, los dos retornos vehiculares sobre el Paseo Tollocan, no se encuentran registrados, una posible explicación ante esta ausencia, la podríamos encontrar en el texto contenido en la página 7 de la Gaceta Ecológica de la SEMARNAT, con fecha 13 de febrero de 2014 que a la letra dice: “el proyecto se plantea con la finalidad de tener acceso seguro y eficiente al Centro Comercial, mediante un túnel de acceso que se conectará al sótano del Centro Comercial Galerías Toluca”, es decir, será una obra de alto impacto público, con beneficio privado, exclusivo para los inversionistas del Grupo Liverpool.
La Plaza Galerías Toluca, propiedad del Grupo Liverpool, presidida por Max David y dirigida por Jorge Salgado Martínez, tiene 53 mil metros cuadrados de área de venta y 159 mil metros de área de construcción, ahí aseguran dar empleo a 2 mil 200 mexiquenses; al revisar sus activos, esta empresa cuenta con 9 almacenes, 4 centros comerciales, 2 centros de distribución donde se emplean a 6 mil 600 mexiquense y para quienes no conocemos del tema la podríamos calificar como un negocio exitoso.
Sin embargo, la calificadora Standard & Poor´s que sí sabe de inversiones, declaró el 30 de enero de 2017 que la tienda departamental El Puerto de Liverpool, podría tener un 2017 complicado por la calificación de “riesgo crediticio”, en escala global le asignó BBB+, con perspectiva negativa, la misma calificación le otorgó Fitch Ratings, en julio del año 2016, es importante recordar que en esos momentos, Liverpool había comprado a la empresa mexicana Suburbia y la chilena Ripleys, el problema es que con altas tasas de interés y la débil economía nacional el riesgo de estabilidad para la empresa es mayor.
Actualmente, el precio de una Acción de Liverpool es de 143.80 pesos, nada que ver con los 284.84 pesos que valía el 12 de octubre de 2015, esto significa que en 20 meses perdió el 49.52% del valor de sus acciones, aunque aseguren que por su éxito, han decidido incrementar su plan de inversión y expansión, en esta parte, hacen necesaria la participación del gobierno que brinde todas las facilidades para privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.
La cercanía de Eruviel Ávila con el sector empresarial se consuma el 24 de junio de 2017, al contraer nupcias con María Irene Dipp Walther, Directora de Presidencia de Coparmex Nacional y sobrina del actual presidente del mismo organismo Gustavo de Hoyos Walther; un gobernador más que subordina la acción estatal y las necesidades de la sociedad, al servicio de las fuerzas del mercado y a la lógica del consumo y la competencia.
Los jóvenes en plantón sobre Paseo Tollocan, no sólo protegen al centenar de árboles que pretenden derribar, su lucha no se circunscribe sólo a la ciudad de Toluca, por el contrario, su disputa encarna la resistencia a la voracidad capitalista, que nos exige poner límites al mercado, a las industrias y al consumo no regulado, que son factores clave para combatir el cambio climático; poner límites no significa restringir las libertades, sino salvo guardar la dignidad y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras.
Esta experiencia, nos muestra que las acciones más radicales no se encuentran en la violencia, sino en la determinación, la creatividad, información y disciplina, por eso no resultaría extraño que como medida de presión social, para detener el ecocidio, las energías del movimiento #abrazacemosTollocan se dirigieran en un boicot en contra de Liverpool como fuente de los problemas, porque han abusado y se han coludido con la corrupción burocrática, disfrazada de incompetencia gubernamental.