Regeneración, 21 de enero de 2016.- Es bien conocido el problema del calentamiento global como uno de los factores de riesgo para la biodiversidad marítima. Los océanos están sobrecalentándose al tiempo que emitimos cada vez más dióxido de carbono a la atmósfera. Pero esta no es la única amenaza provocada por el ser humano: hay otra, y se llama plástico. Nuestras vidas modernas están siendo dominadas por este material casi ubicuo, desde el empaquetamiento de la comida hasta la tecnología que utilizamos cada día, no hay forma de escapar de él.
Y los océanos tampoco están escapando del plástico, si las tendencias actuales continúan, una nueva investigación ha revelado que para el año 2050, los desperdicios plásticos en el mar serán mucho mayores a la presencia de peces en los océanos.
De acuerdo con el nuevo reporte publicado por la Fundación Ellen MacArthur, publicó en el foro Mundial de Economía en Davon esta semana, que sorprendentemente un 95% de los empaques de plástico es una pérdida para la economía cada año, debido a que se trata de empaques de un solo uso, costando un estimado de $80 a $120 millones de dólares al año. Mientras que de esta cantidad sólo un mínimo del 5% es reciclado efectivamente, cerca del 40% es enterrado en suelos sanos (que se contaminan) y un tercio del plástico que se produce cada año termina llegando a los océanos de todo el mundo. Esto equivale a tirar al mar un camión de basura por minuto.
Desde 1964, la producción de plástico se ha elevado en un factor de 20, y actualmente se traduce en 343 millones de toneladas de basura al año. Se espera que esta cifra se duplicará para el año 2036, se vuelva cuatro veces mayor para el año 2050, mientras las naciones en desarrollo aumentan su consumo de plástico. Los desperdicios que actualmente terminan en los océanos ya han tenido dañinos impactos para la vida salvaje. Desde plásticos hallados en los estómagos de las aves del mar, hasta las bolsas de plástico que son comidas por tortugas y focas, y los microplásticos que no podemos ver pero que son ingeridos incluso por los peces que consumimos.
Pero no sólo se trata de la cantidad de plástico que termina en los océanos, también estamos hablando de los combustibles fósiles que se necesitan para producir estos plásticos. Hoy, la producción de plásticos usa alrededor del seis por cierto del consumo global de petróleo –y para el 2050 esto aumentará hasta un 20%.
Este reporte nos obliga a tener que repensar completamente sobre nuestra forma de producir plásticos y cómo lidiaremos con las montañas de desperdicios que producimos.
“También nos demuestra la importancia de detonar una revolución en el ecosistema de los plásticos industriales, y es un primer paso para mostrar cómo transformar la manera en que los plásticos se mueven en nuestra economía”, explica Dominic Waughray del Foro de economía Mundial.
“Para movernos de la conciencia a una acción de escala global, es claro que ningún actor puede actuar por sí solo. El sector público y privado, y la sociedad civil necesitan movilizar para modificar la economía de los plásticos”.
Las soluciones no son sencillas. El hecho de que el precio del petróleo es hoy tan bajo significa que reciclar plásticos hoy es mucho más caro que producir nuevo, y con las economías en desarrollo volviéndose cada vez más grandes ocurre lo mismo con el mercado de los plásticos. Parte de la solución es repensar cómo usamos los plásticos, reduciendo su uso en los empaques, por ejemplo, y reutilizando tanto como podamos. Los fabricantes pueden ayudar en esto produciendo plásticos que pueden reutilizarse, mientras mejoran los plásticos que pueden volverse composta. De una u otra forma cualquier solución será un salto mayor en la forma en que consumimos este nocivo producto.
(Con información de I fucking love science)