¿Qué quedó del milagro brasileño de años atrás con el gran Lula da Silva? ¡Qué lejos parecen aquellos tiempos de bonanza del gigante de Sudamérica!
Regeneración, 20 de agosto del 2015. (CNNExpansión) — Brasil, la economía latinoamericana más importante, cayó 1.9% en el segundo trimestre comparado con el primero, según cifras preliminares del Banco Central de aquel país.
De esta forma, el país sudamericano estaría entrando en recesión económica, lo que complica a su mandataria, Dilma Rouseff, quien posee los niveles más bajos de popularidad de toda su gestión, y que enfrenta manifestaciones pidiendo su renuncia o un cambio de rumbo.
¿Qué quedó del milagro brasileño de años atrás con el gran Lula da Silva? El lector seguramente podrá recordar que Brasil atrapaba la atención de todo el mundo porque era la economía emergente que más crecía, juntamente con China. ¡Qué lejos parecen aquellos tiempos de bonanza del gigante de Sudamérica!
Hoy son todas malas noticias: recesión económica y bajas en su calificación de deuda soberana, que la han llevado al límite de pasar a ser ‘junk bund’ o bono basura. En efecto, los bonos de la principal petrolera del país, Petrobras, ya son basura, y para completar el panorama tenemos un gigantesco caso de corrupción en la empresa que salpica a miembros del partido gobernante.
Brasil es otro ejemplo de cómo los mercados son cíclicos y ciclotímicos (una especie de bipolaridad). Decimos que son cíclicos porque poseen una parte buena y una parte mala, y ciclotímicos ya que son amados en los picos y odiados o denostados en los valles.
Brasil vivió la parte buena de su ciclo del 2003 al 2011 y desde allí ingresó en la parte mala, la que se ha ido acentuado en los últimos días.
El real, la moneda de Brasil, es la que más ha caído en lo que va del año con un 30% de depreciación contra el dólar americano. Su Bolsa se encuentra 9% abajo en términos de reales y 40% abajo en término de dólares.
Cuando la parte negativa del ciclo presiona, pueden existir brotes políticos, sociales o económicos, y cuando éstos ocurren, los mercados ya habrán encontrado su valle. De hecho, la caída persiste hasta que las malas noticias se agudizan, y algún hecho negativo suscita el final del negativismo y es exactamente allí donde se producirá un cambio en los mercados.
Desde 2008-2011, los mercados vienen anticipando para Brasil el cambio de humor de positivo a negativo. Ahora que el humor cambió y se agudizó, ya entramos en las partes finales de la caída de los mercados. Sin embargo, no descartamos que podamos ver niveles de 4 reales por dólar antes que esto cambie y mayores caídas en la Bolsa.
Cabe señalar que gran parte de «lo malo» es que el mercado ya lo tiene en los precios. Espera una manifestación política, económica o social para cambiar su humor mucho antes que la economía pueda notarlo. El piso de la Bolsa y el techo del dólar contra el real se darán en medio de una crisis cuyo punto de ebullición aún no ha ocurrido.
¿Cómo puede afectar esto a México?
El comercio bilateral entre México y Brasil no es de los más importantes para el país azteca. Sin embargo desde el punto de vista de los mercados, la depreciación del real presiona al peso mexicano aún más ya que es más fácil tomar coberturas de monedas de América Latina a través de la operación del dólar frente a la divisa mexicana.
De todos modos, es cierto que algún efecto positivo ya puede verse, por ejemplo en el hecho de que anteriormente, las carteras de América Latina tenían más Brasil que México y ahora los papeles se invirtieron. Ese efecto se diluye si tomamos en cuenta que todos los emergentes están con fuertes debilidades en sus monedas, incluida China.
El peso mexicano puede enfrentar presión bajista contra el dólar. Mantenemos firmes nuestros objetivos de 17 y de 17.50 pesos por dólar dados en esta columna y creemos que México estará más dependiente ahora de Estados Unidos debido a la mala situación de los emergentes.
Esperemos que el gigante americano no estornude, porque si llueve sobre mojado…
*Roberto A. Ruarte es director/editor de Ruarte’sReports y analista de Infosel.
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