Calificaron de preocupante que el INEGI con nueva metodología informe una reducción ficticia de la desigualdad.
Regeneración, 21 de julio 2016.- Con la nueva metodología que aplicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para medir el ingreso promedio de los hogares en 2015, sin notificar y con ello eliminar la comparación con otros años, es preocupante que se informe de una reducción ficticia de la desigualdad, aseveró Ricardo Fuentes-Nieva, director en México de Oxfam, asociación mundial que desde 1942 combate la pobreza.
Destacó que con el cambio metodológico los hogares más pobres registraron un porcentaje más elevado que el de los ricos y criticó que el Inegi se haya enfocado a recabar datos de los primeros.
Así se dio un sesgo a los resultados y se aplicó un borrón y cuenta nueva a la serie histórica, porque aun cuando se retome la metodología anterior o se corrija la actual, no se sabrá si la pobreza y desigualdad aumentaron o decrecieron en 2015. Si el Inegi quiso cambiar de metodología para medir el ingreso en hogares debió usar paralelamente la precedente para contar con datos comparables, sostuvo.
El cambio ha generado dudas, enojo y muchas preguntas –agregó– porque está poco justificado, y sorprende muchísimo que el Inegi no haya salido a dar una explicación a nadie, ni siquiera al (Coneval), que es el principal usuario de los datos.
A su vez, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias advirtió que con el cambio referido se corre el riesgo de que los datos del Inegi sean utilizados con fines políticos, y demandó evitar su uso público hasta que se haga un nuevo levantamiento consensuado, comparable y transparente.
Señaló que al Coneval se le debe permitir que no emita cifras de pobreza con base en los datos de 2015 del Inegi para no confundir, así como evitar que se utilice esa información con fines políticos.
Cambiar los criterios de levantamiento y verificación de la información en campo sobre el ingreso en los hogares de menores recursos no permite hacer comparaciones con los levantamientos de 2008. Estamos ante dos percepciones sobre la realidad económica y social del país que son del todo distintas y que llaman a políticas públicas enteramente diferentes, indicó el CEEY.
Información de La Jornada.