Proceso informa que hace 10 meses, la hoy candidata a diputada local del PRI, Fernanda Bayardo Salim, atropelló a Manuel Zesati Farías, cuando circulaba en su bicicleta sobre la Calzada Desierto de los Leones.
El ciclista tuvo fracturas en la mandíbula, lesiones en el ligamento del hombro izquierdo, desfase en la cadera y afectación en el menisco de la rodilla derecha tras ser embestido por el automóvil de Bayardo. El costo de la recuperación ascendió a un millón y medio de pesos, cantidad que la candidata se niega a pagar.
Según la candidata priista, en la negociación con una aseguradora se acordó que el dinero que se le debe al Hospital Ángeles del Pedregal, donde Manuel permaneció hospitalizado casi un mes, lo pagaría directamente la compañía, para que el ciclista no tuviera que desembolsar dinero.
Sin embargo el acuerdo se desvaneció “porque aun cuando le ofrecimos ayuda médica pues él lo que nos dijo era que necesitaba el dinero en efectivo”, sostuvo Bayardo.
Manuel Zesati negó esa versión y afirmó que incluso está dispuesto a desembolsar de sus recursos para terminar de pagar su estancia en el Hospital Ángeles del Pedregal, sus rehabilitaciones, así como las operaciones que aún requiere. Acusó a la candidata del PRI de ignorarlo.
Pese a la acusación que se hizo en su contra, a Fernanda Bayardo nunca se le citó para declarar, ella misma asegura que no ha revisado el expediente y que no hay manera de comprobar que fuera ella quien conducía el automóvil.
“Yo me volteo a la cajita que está entre los asientos para poder sacar el control que abría la puerta, me volteo, lo sacó y nada más escucho un golpe. Quienes fueron testigos, son los policías de la caseta de vigilancia.
“Hay un proceso abierto en el Ministerio Público y el problema es que está detenido porque él (Manuel Zesati) no ha querido ir a declarar”, afirmó la candidata priista.
Zesati Farías reviró que si no hubiera ido a declarar, no se hubiera iniciado la averiguación previa FA0/A0-3/T2/01164/1407R1.
Por si fuera poco, dijo, el pasado sábado 9 de mayo recibió amenazas telefónicas de números privados por “meterse donde no debía”.