Mujeres y hombres que marcharon en Colima para evitar que el Congreso despenalice el aborto, agredieron a un grupo de jóvenes que se pronunciaron a favor de la despenalización.
Les dijeron que eran pecadores y deberían estar debajo de las piedras.
Regeneración, 20 de abril de 2016.- La Diócesis de Colima convocó a alrededor de cuatro mil católicos que marcharon con la intención de evitar que el Congreso del Estado apruebe la despenalización del aborto y la legalización de los matrimonios igualitarios.
“Estamos haciendo presión para que nuestros diputados no voten a favor de unos pocos que son los que están por ahí promoviendo el aborto y los matrimonios igualitarios”, dijo uno de los organizadores, el sacerdote Antonio Aguirre Ruiz, párroco de la iglesia de La Sangre de Cristo.
“Hoy reconocemos que el reto es educar, no legislar (…); comprendemos que la mayor pobreza, la más difícil de superar, es el aborto”, dijo en su momento el párroco Javier Armando Espinosa Cárdenas, vicario general de la Diócesis Colima.
Además se dijo que el niño “es un ser humano a partir de la concepción y su vida debe ser respetada, pues esa vida fue redimida por Cristo” y se pronunció porque “el amor en el que Jesús nos ha elevado a la dignidad de hijos de Dios sea el que brille, para que no supongamos que sólo existe el amor de Eros, ya que éste sin el amor de Ágape nos hace lobos”.
El vicario general solicitó a los manifestantes “que todos trabajemos por una sociedad fraterna donde la diversidad no sea dispersión sino comunión”.
Entre cánticos mujeres portaban una gran manta con este mensaje: “Colima por la vida y la familia”. Y en letras más pequeñas: “Sí a la vida, no al aborto. Sí al matrimonio natural, no al matrimonio igualitario.”
Dos mujeres jóvenes mostraban una pancarta blanca: “Decide en tu cuerpo antes de compartirlo. Opción: Castidad”. Una pareja portaba una cartulina con la leyenda: “Abortar es pecado mortal”.
En el recorrido, los manifestantes se encontraron con dos muchachos que portaban una manta con el mensaje: “Hipócrita, mientras tú protestas por estupideces la Iglesia se enriquece. Miles de sacerdotes abusan de niños y millones de niños mueren de hambre en la calle”.
Molesta, una mujer increpó a los jóvenes con su bastón y trató de arrebatarles la manta mientras otros católicos se sumaron a las consignas contra los muchachos.
“Ustedes no deberían estar aquí, ustedes deben estar debajo de las piedras. Son los pecadores más grandes”.
Incluso la mujer de bastón se lanzó a rezar justo delante de ellos y suplicaba por el “perdón del señor” para los jóvenes.
Mientras, otra mujer de edad también avanzada decía: “Quiten esa porquería, quiten esa porquería, ¿les consta?”.
Una mujer de aproximadamente 30 años les dijo: “No conocen a Jesús, pobres”.
Los dos jóvenes disidentes, quienes a lo largo de las agresiones sufridas permanecieron imperturbables, aseguraron que su postura es a favor de la libre decisión de las mujeres sobre sus cuerpos y refirieron no pertenecer a ninguna organización.
Con información de Proceso y Perriodismo.