Entre 2012 y 2014, la “pobreza extrema por alimentación” en lugar de bajar, se incrementó de 7.01 millones de personas en 2012 a 7.14 en 2014
Regeneración, 9 de septiembre del 2015. El el indicador de resultados fijado por la Cruzada Nacional contra el Hambre en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) tiene un resultado en sentido negativo, inverso a lo deseado.
Hay “cero avance” para lograr “hambre cero” y el compromiso de campaña pueda ser “cumplido”. Quedan dos años menos y hay 130 mil personas más con hambre.
Al anunciar la Cruzada, la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) acuñó un término que no estaba previsto por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL): “pobreza extrema de alimentación” a fin de justificar su enfoque en un subconjunto de la población en pobreza.
El Programa Nacional México Sin Hambre, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de abril de 2014, explica: “El Programa corresponde a una estrategia de trabajo coordinado del gobierno federal para atender, desde una perspectiva multidimensional y teniendo como eje la carencia de alimentación, la pobreza extrema de alimentación de poco más de 7 millones de personas”.[1]
Este dato se fijó como línea de base para la Cruzada y fue incluido como uno de los dos indicadores de resultados de la Meta “México incluyente” en el Plan Nacional de Desarrollo.[2]
La primera medición del indicador fue generada por SEDESOL a mediados de 2013, usando la misma fuente de CONEVAL, el Módulo de Condiciones Socioeconómicas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (MCS – ENIGH) correspondiente a 2012. Así se fijó la línea de base para el indicador y la magnitud de la población objetivo para la Cruzada: 7.01 millones de personas.
El 17 de julio pasado el INEGI dio a conocer la nueva ENIGH para 2014 y el 23 de julio, con esa fuente, CONEVAL dió a conocer los nuevos datos de pobreza. Hasta ahora SEDESOL no ha dado ha conocer el dato para 2014 del indicador de resultados de la Cruzada incluido en el PND: la pobreza extrema de alimentación.
Ante la omisión de las autoridades, el equipo de análisis de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha estimado el indicador usando la fuente oficial y los métodos de cálculo transparentes que CONEVAL tiene disponibles y el resultado es negativo: Entre 2012 y 2014, la “pobreza extrema por alimentación” en lugar de bajar, se incrementó de 7.01 millones de personas en 2012 a 7.14 en 2014, es decir 130 mil más mexicanos padecen esta situación.[3] Hay dos años menos y 130 mil personas más. El objetivo “hambre cero” fijado en el Programa y comprometido en el PND se ha alejado.
La Cruzada entonces fija como su población objetivo a “la población en pobreza extrema de alimentación (que) es aquella que presenta al mismo tiempo pobreza extrema y carencia por acceso a la alimentación (…) que en 2012 sumaron 7.0 millones de personas, de las cuales 3.1 millones vivían en zonas rurales y 3.9 se encontraban en zonas urbanas”[4]
Esta definición acota el problema a un subconjunto de población con tres condiciones concurrentes y simultáneas: un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo, tres o más carencias sociales y la carencia por acceso a la alimentación.
El alcance de la cruzada es muy limitado: es un subconjunto de 7.1 millones de personas, del total de 24.6 millones con ingreso inferior a la línea de bienestar, es decir, su objetivo es cubrir menos del 30% de la población con ingreso insuficiente para adquirir la canasta básica de alimentos. Es también un subconjunto de las 28 millones de personas que tienen carencia alimentaria. Incluso es sólo el 61% de las 11.4 millones en pobreza.
El avance en la Cruzada es muy lento. A nivel geográfico, la Cruzada está presente únicamente en 1,012 municipios. Esto es el 41% del total de los 2,457 que hay en el país. A nivel de población, solo ha cubierto a 3.4 millones de personas, es decir poco menos de la mitad de la ya de por sí muy limitada población objetivo.
CONEVAL dio a conocer a fines de agosto el documento “Resultados intermedios de la Cruzada Nacional contra el Hambre”.[5]
SEDESOL ha difundido uno de los estudios, pretendiendo mostrar resultados en la reducción de las carencias. Se menciona una “efectividad” de 52.5% en reducción de la carencia por acceso a la alimentación. Este dato proviene del estudio sobre un “panel de hogares” tomados como muestra de los 400 municipios donde arrancó la Cruzada en 2013.
Ese estudio compara la situación “antes” y “después” de la Cruzada, sin tener grupo de comparación. De acuerdo con los principios básicos de la evaluación de programas, este tipo de mediciones no permite medir impacto. Los cambios -positivos o negativos- en la situación de los hogares dependen de muchos factores. Sin grupo de comparación, no hay manera de atribuir los resultados a un programa, acción o estrategia determinada.
Llama poderosamente la atención que el resultado de reducción de la carencia por acceso a la alimentación sea únicamente de 57.5%, cuando el 100% de los hogares fueron beneficiados por la Cruzada por más de 2 años y ese es su “foco” o eje prioritario. No es exagerado comparar este resultado con el de un alumno reprobado menor a 6 de calificación.
El documento de CONEVAL incluye también un estudio exploratorio de impacto siguiendo una metodología rigurosa que compara grupos de hogares que inician en las mismas condiciones sociales antes de la Cruzada y mide su evolución posterior. Uno de los grupos es beneficiario de las acciones de la Cruzada, el otro no. De esa manera, se puede con certeza razonable, atribuir la diferencia en el resultado a la acción, programa o estrategia que recibió el grupo 1 (beneficiario de la Cruzada) y que no recibió el grupo 2 (no beneficiario de la Cruzada).
El resultado es negativo: No hay impacto de la Cruzada Nacional contra el Hambre en reducción de la carencia por acceso a la alimentación. La condición de carencia alimentaria de los hogares del grupo que recibe los beneficios de la Cruzada y los hogares que no los reciben es exactamente igual.[6] Esto lo dijo CONEVAL en su boletín de prensa y en las conclusiones del documento citado: “En cuanto al estudio exploratorio del impacto de la Cruzada, se observa un efecto significativo de dos puntos porcentuales en la reducción de la pobreza extrema. Sin embargo, no se observa efecto en el indicador de carencia por acceso a la alimentación.”[7]
La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza invita a la población y a las organizaciones de la sociedad civil, laborales, empresariales, profesionales y académicas a construir unanueva estrategia de Estado frente a la desigualdad y la pobreza.
El 17 de octubre se celebra el Día Internacional por la Erradicación de la Pobreza. El viernes 16 de octubre se instalará el Foro Plural “Por un nuevo contrato social frente a la desigualdad y la pobreza”.
La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza es una iniciativa de la sociedad civil organizada integrada por más de 60 organizaciones de todo el país para impulsar acciones efectivas frente a la pobreza y la desigualdad. Especialmente, surge para unir y articular a las miles de organizaciones que desde hace muchos años trabajan de manera directa, desde la base, en zonas rurales y urbanas, en proyectos de desarrollo económico, de capacitación, de educación y salud, y muchos más, siempre con un enfoque de empoderamiento ciudadano, más información en www.frentealapobreza.mx
El documento de análisis con los datos y fuentes aquí mencionadas se puede consultar en http://frentealapobreza.mx/con-dos-anos-de-cruzada-mas-mexicanos-con-hambre/