* "Creemos que debe existir un trato igualitario hacia nosotras, aparte de que somos madres trabajadoras y que nos ocupamos de nuestro hogar, decidimos estudiar por nuestra cuenta"
Un grupo de 67 mujeres del poblado de Nichnamtic, municipio de San Juan Chamula acusaron a Domingo Gómez Díaz, presidente del Patronato de Agua Potable de misoginia y discriminación en contra de ellas.
Informan que el pasado domingo 26 de mayo en la cancha de basquetbol de la comunidad de Nichnamtic, un paraje de San Juan Chamula, el funcionario expresó: “da vergüenza que mujeres embarazadas estudien”, y que sólo “sirven para la cocina y para trabajar el campo”.
Firman el escrito con su puño y letra cada una de las mujeres tzotziles, reportó Proceso.
Se manifiestan orgullosas de haber aprendido a leer y escribir gracias al apoyo de la maestra María Gómez Gómez, del Instituto de Educación para los Adultos (IEA) y que gracias a ella pudieron terminar sus estudios de secundaria.
A continuación fragmentos de la carta publicados en Proceso:
“En la reunión pedimos que se nos permitiera graduarnos en una ceremonia pública, pero al escucharnos el presidente del patronato del agua, Domingo Gómez Díaz, empezó a alborotar a la gente en compañía de 10 personas más, al manifestar públicamente que le daba vergüenza que mujeres embarazadas estudiaran, que ellas sólo sirven para la cocina y que bajo ninguna circunstancia se llevará a cabo dicha ceremonia de graduación, situación que vulnera totalmente nuestro derecho”.
“Demandamos apoyo e intervención ya que nosotros sabemos que actualmente existen programas para combatir el rezago educativo. Creemos que debe existir un trato igualitario hacia nosotras, aparte de que somos madres trabajadoras y que nos ocupamos de nuestro hogar, decidimos estudiar por nuestra cuenta, porque no queremos ser ignorantes y analfabetas.
“Deseamos de todo corazón poder brindar un futuro a nuestros hijos, y con ello poder mejorar la calidad de vida, pero es el caso que en nuestra comunidad existen personas, quienes a través de la fuerza y alborotando a nuestros esposos y a la mayoría de nuestra gente señalan y manifiestan que la educación no sirve para nada, y que nosotros únicamente debemos estar en la cocina y trabajando en el campo, por lo que pedimos humildemente aplicar el estado de derecho”, dice la denuncia pública.
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