Chiapas, grupos paramilitares y delincuenciales bajo cobijo de PRI y PVEM

paramilitarArmados y encapuchados del PRI y al PVEM controlan carreteras federales, de terracería y aterrorizan a población de la zona norte de Chiapas

 

Regeneración, 21 de julio del 2015. Algunos días antes de los comicios en Chiapas para elegir a 122 alcaldes y 41 diputados locales, el periódico Chiapas Paralelo en voz de Isaín Mandujano reveló que habitantes de la región indígena Choles en la zona norte del estado de Chiapas, denunciaron la reactivación de grupos civiles armados y encapuchados ligados al PRI y al PVEM, se han dado a la tarea de poner retenes, revisar vehículos e intimidar a quienes no simpaticen con esos partidos políticos.

Pobladores del municipio de Tila se acercaron  al Comité de Derechos Humanos de Base de Chiapas Digna Ochoa para denunciar que en los últimos días prevalece en esa región “un clima de terror generalizado entre la población provocada por la presencia de grupos armados al servicio del PRI y del PVEM quienes operan con total impunidad  y transitan libremente en los principales desvíos y puntos de las brechas y carretera que comunica este municipio con Yajalón en la región Norte Selva de Chiapas”.

Manifestaron ante ese organismo no gubernamental que personas encapuchadas y fuertemente armadas continúan manteniendo retenes en distintos puntos de la carretera con el objetivo de emboscar a quienes consideran sus opositores y asesinar a personas que han sido señaladas como activistas de las comunidades.

Denunciaron que lo más grave es que estos grupos armados cuentan con el respaldo de las policías municipales y estatales, así como de operadores políticos del Ayuntamiento y de la Secretaría de Gobierno pertenecientes al PVEM quienes les brindan información, recursos y alimentación.

LEER MÁS:  Consignados 46 policías de Comitán, secretario de seguridad incluido

Señalan que es tal el terror que existe presencia de personas armadas en los alrededores de la parroquia de San Mateo, y que existen amenazas de muerte hacia activistas y mensajes en sus celulares con textos que les dicen “que se cuiden los organizadores y que cuiden a su familia”.

“Entre los pobladores existe el temor fundado  de que el proceso electoral culmine con una masacre ya que hasta el momento el gobierno de Chiapas que encabeza Manuel Velasco Coello ha sido totalmente omiso en garantizar la vida, la integridad y seguridad personal de la población del municipio de Tila; y por el contrario, su acción ha sido amparar y alentar la formación de grupos de corte paramilitar en la región que operan bajo las siglas de su partido PVEM”, señaló el CDH.

Ejidatarios de la comunidad de Nueva Esperanza han denunciado también ante este organismo amenazas de muerte por integrantes del PVEM hacia mujeres que son parte de la resistencia al pago de energía eléctrica y que el día de mañana 16 de julio a convocatoria de la parroquia de Tila realizarán en dicha comunidad una marcha-peregrinación para exigir al gobierno de Manuel Velasco Coello que asuma su responsabilidad y cese la violencia y el clima de terror provocada por  grupos armados al servicio del PRI y el PVEM.

LEER MÁS:  Consignados 46 policías de Comitán, secretario de seguridad incluido

El Comité Digna Ochoa expresó su total respaldo a la parroquia de San Mateo en Tila, que a pesar de los riesgos ha acompañado valientemente a su pueblo para exigir cese a la violencia provocada por grupos delincuenciales y paramilitares que se amparan en el PRI y el PVEM.

Este CDH exigió al gobernador Manuel Velasco Coello que asuma ya su responsabilidad para garantizar la vida, la seguridad e integridad de los pobladores del municipio de Tila, y lo hacemos directamente responsable de lo que suceda en Tila ya que lejos de asumir sus obligaciones ha alentado y protegido a grupos delincuenciales y paramilitares que operan impunemente en la región bajo las siglas del PVEM principalmente.

Señalaron que la región de Tila continúa siendo un laboratorio de la contrainsurgencia en Chiapas, territorio en donde opera el grupo paramilitar Paz y Justicia (responsable de crímenes de lesa humanidad), el cual nunca fue desarticulado por el gobierno de Chiapas y que ahora opera bajo el cobijo  del PVEM y PRI y cuentan con la protección y financiamiento del gobierno de Manuel Velasco Coello y del gobierno municipal.