Chilate, bebida creación de la divinidad. Según esto, de las élites prehispánicas y en el México moderno, en las calles de Guerrero, viva divinidad al gusto
Regeneración, 11 de julio del 2019. El chilate es una bebida tradicional de cacao originaria de Guerrero que, poco a poco es menos conocida y consumida por turistas que visitan la región.
El nombre de esta tradicional bebida proviene del náhuatl chiliatl, donde chilli es chile y atl, agua, es decir “bebida de chile”.
Aunque curiosamente el chilate no contiene chile.
De acuerdo con la tradición prehispánica, las bebidas elaboradas con cacao eran consideradas sólo para elite.
Se dice que Nezahualcóyotl bebía hasta 80 jícaras de cacao a la semana.
Tal vez de esta idea devenga uno de sus otros significados del chilate considerada la bebida creada por los Dioses.
Ello en la Región Costa Chica en el Estado de Guerrero.
Así las cosas, hablaremos de la preparación del chilate guerrerense.
Se trata de una bebida fría a base de cacao.
Esta bebida se hace con dos clases de semilla de cacao, la variedad Cacao colorado y la segunda Cocoapataxte.
PREPARACIÓN
Como parte de su preparación se tuestan los granos en un comal de barro, se pelan y se ponen a remojar en agua fría.
Luego, posteriormente escurrirlos y molerlos hasta obtener una pasta homogénea que se disolverá en agua.
En en ese momento que se le agregará canela y endulzante piloncillo.
Así mismo se acostumbra bien frío, con hielo.
El modo de servir el chilate de Guerrero es muy importante para darle una presentación espumosa clásica.
Es por eso que se sirve la bebida de forma normal en un vaso y se vierte en otro diferente.
Así, desde una altura de aproximadamente 50 centímetros, dejando caer el chorro de modo que haga espuma.
Se acompaña de buñuelos o nuégados.
Es entonces, la espumita que se genera, la cremita que suelta el cacao y se le hace porque hay que estar removiendo para que el polvo no se asiente, para eso hay que hacerlo con frecuencia.
Son las ‘chilateras’ las encargadas de mantener viva esta tradición.
Precisamente son las artesanas de la bebida.
Así, revuelven la bebida con una tasa, con la que la recogen para después dejarlo caer sobre la olla desde arriba, como una cascada.
Este movimiento lo repiten una y otra vez.
Sin duda, la preparación y el consumo de chilate, bebida de dioses, hecha por las mexicanas manos luminosas ha sido, es y será, bebida de dioses, regalo de México para el mundo.
¡Amonos para Guerrero!…»por que me falta un lucero…».