Colombia cierra fronteras y ciudad de Cali declara toque de queda

En Colombia manifestantes marcharon bajo la lluvia frente al congreso de Colombia, agitando pancartas que decían “contra políticas neoliberales de Duque”

Regeneración, 22 de noviembre de 2019. Cientos de miles en Colombia salieron a las calles en una huelga nacional en contra del impopular presidente Iván Duque Manifestantes y se iniciaron enfrentaron con la policía antidisturbios y bloquearon vías.

Aunque mayormente pacíficas, las protestas se volvieron violentas en algunos momentos críticos.

Los manifestantes rompieron ventanas, bloquearon calles y arrojaron piedras a los policías con equipo antidisturbios.

Las autoridades de Colombia dijeron que la fuerza pública había controlado la situación, pero que 28 oficiales y 8 manifestantes resultaron heridos durante el día.

Se estima que 207 mil personas participaron en unas 300 manifestaciones y protestas en todo el país, dijeron las autoridades.

El alcalde de Cali, la tercera ciudad más grande del país, declaró el toque de queda esta noche.

En Bogotá, Colombia, los manifestantes marcharon bajo la lluvia hacia la plaza frente al congreso de Colombia, agitando pancartas que decían “contra las políticas neoliberales de Duque”,

O “los estudiantes no son terroristas” y “marcho por la paz”.

Al caer la tarde, las multitudes se habían dispersado en gran medida, después de que la policía disparara gases lacrimógenos en la plaza.

El senador opositor Gustavo Petro, quien perdió las elecciones contra Duque el año pasado, pidió una extensión de las protestas, previstas para un día, después del “sabotaje del gobierno a la marcha en Bogotá”.

Los organizadores inicialmente convocaron a la huelga para presionar a Duque, en medio de los planes de su gobierno de reformar las leyes laborales y de pensiones.

Pero se ha transformado en un rechazo general a su administración, al que se han unido grupos desde controladores de tráfico aéreo hasta instructores de yoga.

Fronteras cerradas

El gobierno de Colombia indicó que cerrará las fronteras y permitirá que las autoridades locales tomen medidas como imponer toques de queda para controlar la violencia.

En respuesta, Duque, de 43 años, defendió su historial y ofreció “escuchar a todas las comunidades a través de un diálogo permanente”.

Su oficina también pasó a la ofensiva, describiendo muchas de las quejas de los organizadores de la huelga en Colombia como mitos.

Además publicó videos que yuxtaponen imágenes de protestas violentas con las de personas trabajando felizmente, instando a los colombianos a “construir, no destruir”.