El gigante Monsanto fue condenado por un juez en Francia, al comprobar su responsabilidad en la intoxicación de un agricultor al usar uno de sus herbicidas
Regeneración, 10 de septiembre de 2015. La justicia francesa confirmó la responsabilidad de Monsanto en la intoxicación de un agricultor que utilizaba un herbicida del grupo agro-industrial estadunidense.
Paul François resultó intoxicado en abril de 2004 al inhalar vapores de Lasso, un herbicida de Monsanto que utilizaba en sus campos de maíz en el suroeste de Francia.
La multinacional había sido condenada en primera instancia en 2012 a “indemnizar totalmente” al agricultor, de 47 años, que sufre graves secuelas.
Monsanto apeló ese veredicto, que fue confirmado el jueves por el tribunal de apelaciones de Lyon.
En la audiencia ante este tribunal, en mayo pasado, Monsanto alegó que su producto “no es peligroso” y que “los perjuicios invocados no existen”.
Paul François, por su parte, está convencido de que la firma conocía los riesgos de la utilización del Lasso mucho antes de su prohibición en Francia, en noviembre de 2007.
En efecto, ese herbicida fue considerado peligroso y retirado del mercado en Canadá ya en 1985, y en Bélgica y en Gran Bretaña en 1992.
El gigante mundial de pesticidas ha sido condenado por la intoxicación de un agricultor francés hace más de 10 años. En 2012, el grupo agroindustrial norteamericano fue hallado “responsable” en primera instancia por la intoxicación y condenado a “indemnizar íntegramente” al agricultor. Un tribunal de Lyon ha confirmado la sentencia.
En 2012, el grupo agroindustrial norteamericano fue hallado “responsable” en primera instancia por la intoxicación y condenado a “indemnizar íntegramente” al agricultor. Monsanto apeló la sentencia, que fue confirmada este jueves por el tribunal de apelaciones de Lyon. El pasado mayo, en la audiencia ante este tribunal, Monsanto alegó que su producto “no es peligroso” y que “los perjuicios invocados no existen”. Sin embargo, el agricultor consideraba que la multinacional sí conocía los efectos perjudiciales para la salud del herbicida.
“Hay abierto otros procedimientos legales contra Monsanto”, ha declarado el abogado del agricultor, Vincent de Fourcroy. Quien además ha agregado que “esta sentencia supone una esperanza para todos los agricultores”.
En 2004, Paul François, inhaló accidentalmente el herbicida mientras estaba trabajando en sus 400 hectáreas de cultivos en Charente, al suroeste de Francia. El agricultor lentamente empezó a sufrir malestares, vértigo, tartamudeo y diversos problemas durante varios meses antes que identificara la presencia de clorobenceno en sus cabellos y orina, uno de los signos de intoxicación por Lasso. Así, Paul François decidió denunciar a Monsanto por falta de información, ya que la presencia de clorobenceno no constaba en la etiqueta del producto, y porque la empresa comercializaba un producto nocivo para salud.
El agricultor vio como poco a poco su lucha contra su enfermedad se transformó en una lucha judicial contra Monsanto. En 2007, convencido que la multinacional conocía los riesgos de la utilización de Lasso consiguió la prohibición del producto en Francia. Sin embargo, este herbicida había sido retirado anteriormente del mercado en otros países como Canadá, Bélgica o Gran Bretaña. Asimismo, en 2010 consiguió que sus dolencias fueran reconocidas como una enfermedad profesional por el Gobierno francés.