Regeneración, 29 de febrero de 2016.- La integración de la asamblea constituyente que discutirá y aprobará la Constitución de la Ciudad de México dejó fuera la participación ciudadana y su integración estará definida por los partidos, con el objetivo puesto en la sucesión presidencial de 2018, expresaron legisladores e investigadores.
En el foro, la participación ciudadana en la asamblea constituyente de la Ciudad de México, que se realizó en la Cámara de Diputados, se sostuvo que “se desnaturalizó” el objetivo de la reforma para la capital del país, porque surgió de un acuerdo entre PRI, PAN y PRD en el Pacto por México.
El investigador John M. Ackerman sostuvo que la reforma para la ciudad fue “la condición del PRD para participar como si les costara mucho y avalar la reforma energética aunque la votaran en contra”.
El investigador cuestionó al “gobierno autoritario, no progresista ni de izquierda” de Miguel Ángel Mancera que, insistió, “ha fungido junto con (Miguel) Barbosa y los otros del PRD como el eje articulador de la participación de lo que era la izquierda en los pactos nacionales basados en la inclusión de algunos y la exclusión de otros.
También consideró que la reforma de la ciudad “es el juguete que le regalan a Mancera para legitimarse y canalizar su candidatura presidencial para 2018, cuyo único fin es echar a perder la fiesta a Andrés Manuel López Obrador”.
Ackerman insistió: “Nadie en su sano juicio puede imaginarse que Mancera pueda ser presidente. Bueno, ya tuvimos a (Felipe) Calderón y a (Enrique) Peña, ¿por qué no Mancera? Pero no tiene dinero y pactos, ni respaldo, pero después recibirá un premio como procurador o le tocará su premio como a Rosario Robles que han seguido el mismo camino”.
El ex consejero electoral y ex diputado federal Jaime Cárdenas Gracia lamentó que en el proyecto de Constitución, “la ciudadanía está invisibilizada”.
Porque, agregó, no se preguntó a los capitalinos si queríamos una nueva constitución y se dejó al jefe de gobierno “tener el monopolio de la iniciativa, sin posibilidad de que los ciudadanos la presenten. Se tratará de una Constitución elitista, al margen de los ciudadanos”.
Asimismo, Ackerman deslizó que evaluó asistir o no al foro porque “la Cámara de Diputados se ha convertido en un nido de ratas”.