Cooperativa LyF de trabajadores del SME se asocia a empresa

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Trabajadores del SME constituyeron una cooperativa, LyF, que se asoció con la transnacional Mota Engil para operar el complejo hidroeléctrico de Necaxa y otras plantas generadoras del país

Leticia Ánimas

Regeneración, 9 de septiembre de 2015. Huauchinango, Puebla. Aunque aún se disputan algunos espacios con la CFE, al grado de instalar plantones afuera de la subestación de Zacamila, en Huauchinango, a través de su Cooperativa LyF, agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se asociaron con la transnacional Mota Engil para operar el complejo hidroeléctrico de Necaxa y otras plantas generadoras del país.

De esta sociedad, surgió la empresa “Fénix” en la que Mota Engil tiene el 51 por ciento de las acciones y el SME el 49 por ciento restante y se preparan para participar, en octubre próximo, en primera licitación eléctrica convocada por la Secretaría de Energía (Sener) reveló en una entrevista con el periódico “Reforma”, el empresario Joao Parreira, presidente ejecutivo de América Latina de Mota-Engil.

Mientras Parreira calculó que tras la subasta, empezarán a operar antes de enero de 2016, cuando inicia el Mercado Eléctrico Mayorista, un grupo de miembros de la resistencia del SME de la División Necaxa, iniciaron “guardias” afuera de la subestación eléctrica ubicada en el barrio de Zacamila, en esta cabecera municipal, presuntamente para evitar el acceso de empleados de la CFE.

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Trascendió que el SME pidió también para la cooperativa estas instalaciones, pero no le han resuelto y por ello se plantaron frente a las antiguas instalaciones, sin embargo la información no pudo ser confirmada con alguno de los dirigentes del gremio.

Para la constitución de su sociedad con la empresa portuguesa Mota Engil, los smeítas renunciaron al pago de los “pasivos laborales” –como salarios caídos y otras prestaciones- que se han generado a partir de octubre de 2009 cuando Felipe Calderón decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro y que ascienden a unos 80 mil millones de pesos, según la versión de Parreira.

A cambio, el SME –junto con la transnacional- tendrá el derecho a explotar por 30 años, 14 plantas hidroeléctricas y 4 plantas de ciclo combinado ubicadas en el Estado de México, el Distrito Federal, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala.

En tanto Mota Engil invertirá durante los próximos tres años 5 mil millones de pesos en la rehabilitación de este parque hídrico para aumentar de 250 a 400 megawatts su capacidad y “prevén una inyección de 800 millones de dólares en la construcción de una nueva planta de ciclo combinado con capacidad de 900 megawatts en el terreno de la antigua central termoeléctrica Jorge Luque”, ubicada en Tultitlán, Estado de México”, afirmó Parreira.

«Tenemos un plan de inversión ambicioso, queremos no solamente invertir en repotenciar todas estas presas, mejorar, seguir poniendo la calidad y potencializando esto que existe porque todas estas obras de inversión se regresan al Estado», mencionó.