Esta es la historia de la estatua de un ángel y el asesinato sin resolver de dos niños y su cuidadora. De paso, en esta entrega, te mostraré de dónde nació el término creepypasta. Un relato más de pesadilla.
Por Luis Orlando Montane Pineda
RegeneraciónMx, 27 de enero de 2022.- En el mundo del terror dentro de las redes sociales –ya sea Facebook, podcast o YouTube–, el término Creepypasta se asigna a las historias de terror, incluyendo experiencias paranormales, fenómeno OVNI, terror tangible, lo sobrenatural, la ficción y cualquier tema que hable sobre lo desconocido. Lo primero que se me viene a la mente al escuchar Creepypasta (por el último término) es la clásica comida italiana que, a todos –o casi a todos– nos gusta. En lo particular, llegué a pensar que se refería a la combinación de todos los géneros del terror, pero no. Así que me di a la tarea de investigar en internet y, por experiencias de un servidor al escuchar cientos de historias y relatos, pues llegué a esta conclusión sobre el significado del Creepypasta.
En la década de los noventas, cuando el Internet se lanzó al público, se podía abrir una cuenta de correo anónima para opinar sobre cualquier tema. Un día, un usuario en Estados Unidos se vio en la necesidad de escribir su experiencia paranormal en el Internet, porque la policía local no intervenía en casos de este tipo. Y tras ello, usuarios de todo el mundo empezaron a opinar y a compartir otras experiencias paranormales. Ésas fueron las primeras cadenas larguísimas de comentarios que se experimentaron en el Internet, lo que después conocimos como las cadenas en los correos electrónicos.
Esa cadena de comentarios e historias se hizo tan extensa que no faltaron los oportunistas que aprovecharon para escribir historias ficticias, porque sabían que había cientos de miles de lectores viendo y asustándose. Se rumora que varios escritores de la década de los noventa se hicieron famosos publicando sus historias en esa cadena de comentarios a la que, al principio, le llamaron Creepy encounters, que significa encuentros tenebrosos. Al paso de los años, aquellos oportunistas ingresaban a esa cadena solo para copiar párrafos y pegarlos en sus archivos o trabajos personales y ganar dinero. A esto se le llamó creepy paste por el famoso término de copy-paste (cortar y pegar) y la misma audiencia le cambió el nombre de “paste” a “pasta”.
Varios colegas, o sea narradores y autores, le llaman Creepypasta a las historias de terror creadas por la imaginación del autor. En lo particular, creo que este término en Estados Unidos abarca todos los temas dentro del terror, incluyendo historias reales. Aprovecho para dar mi reconocimiento a los escritores y creadores de contenido porque no es fácil.
Dentro de esa cadena de comentarios, una de las historias o relatos que destacaron fue una llamada The angel statue (La estatua de ángel) de un autor anónimo. La audiencia la compartió tanto en aquel tiempo que, hasta ahora, los que nos dedicamos a narrar historias de terror la hemos disfrutado y replicado. Me despido con ella al estilo de mi canal de YouTube Relatos d pesadilla. Les mando un abrazo fraterno y hasta la otra semana con otra nota de pesadilla.
“Esta es la historia de un matrimonio que, cierto día, decidió darse el gusto de pasar una velada sin sus hijos: unos gemelos (niño y niña) a quienes dejaron al cuidado de una niñera. La mujer a la que llamaron para ello llegó cuando los pequeños ya estaban dormidos, así que el matrimonio solo la recibió, le dio instrucciones y se fue.
Más tarde la niñera se aburrió y quiso ver programas para adolescentes en la televisión de la sala, sin embargo tenía restricciones para evitar que los niños vieran contenido no apto para ellos, de tal manera que llamó al matrimonio para pedir el permiso de ir a la habitación principal y ver la televisión ahí. Los padres aceptaron, pero un poco más tarde, recibieron una nueva llamada de la niñera, quien ahora les pedía permiso de cubrir la estatua de un ángel que se encontraba en el balcón de su cuarto, porque le asustaba.
El padre de la familia se quedó callado por unos minutos mientras la niñera esperaba instrucciones. Él solo le dijo “despierta los niños y ve con ellos a casa del vecino, no tenemos una estatua de ángel en el balcón de nuestra habitación. Llamaremos a la policía de inmediato y vamos para allá”. La policía, al llegar a la casa, encontró tres cadáveres, que pertenecían a la niñera y a los dos niños, bañados en sangre dentro de la tina del baño. No se encontró ninguna estatua de ángel.
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