“No estoy seguro de que Peña Nieto vaya a terminar su sexenio”, dijo John Ackerman. Y, francamente, yo tampoco.
Por: María Santos | @marifersv94
Regeneración, 8 de diciembre 2014.-Ni por un segundo he apoyado a Peña ni ninguno de sus actos, discursos o decisiones; quiero expresamente mencionar, para evitar confusiones en cuanto a este título. Simplemente creo que, además de que evidentemente le queda grande el cargo de Presidente de la República, de que es extremadamente ignorante, manipulado y manipulador, irresponsable y no tiene conciencia social, su asesor de publicidad no le ayuda para nada a elevar la opinión pública sobre él (ya que tanto lo necesita. Después de todo lo que se ha equivocado y de todas sus malas decisiones, definitivamente necesita ayuda de la publicidad para manipularnos al pueblo y lograr que lo tengamos en mejor perspectiva).
Es obvio que a cualquier presidente le disgustaría tener que estar pasando por la frustración y presión que él, debido al internacionalmente resonado repudio del pueblo mexicano. Claramente, el repudio hacia su mandato es totalmente justificado, pero siendo que su equipo publicitario, obviamente, trabaja para él (o “está de su lado”), debería ayudarlo a lavarnos el cerebro y mejorar su reputación. Su publicista o grupo publicitario notoriamente no está haciendo para nada un buen trabajo. No soy conocedora de la materia, es decir, no he estudiado ningún campo de la publicidad, comunicación o mercadotecnia; pero creo que esto no es necesario para darse cuenta del mal trabajo del publicista de Peña: cada vez queda peor ante México y ante el mundo. Va de mal en peor. Errata tras errata y mentira tras mentira. Y los mexicanos nos damos cuenta (que si su equipo publicitario fuera bueno, no sería posible).
Definitivamente este escrito no es una clase de consejo para el gobierno peñista, sino, más bien, sinceramente, una forma de darle otro golpe suave a manera de crítica constructiva.
Si yo fuera él, hubiera despedido a mi equipo publicitario hace meses. Yo creo que cualquier persona que tenga nivel de preparatoria podría hacer un mejor trabajo que ellos. ¿Qué es eso de enviar a la Gaviota a explicar sobre la Casa Blanca en su lugar? ¿Qué es eso de decir “Todos Somos Ayotzinapa” y luego “Ya supérenlo”? En resumen, ¿qué son todas esas idioteces que dice y hace día con día? Constitucionalmente, Enrique Peña Nieto, nos guste o no, es nuestro presidente. Pero yo lo desconozco como tal, me deslindo moralmente de todos sus actos autoritarios y despóticos y condeno sus métodos.
Precisamente porque la mayoría de los mexicanos concuerdan con mi desaprobación (de acuerdo al estudio realizado por la firma GEA-ISA solamente el 37% de la población mexicana lo apoya y de acuerdo al de Aristegui Noticias 6 de cada 10 mexicanos lo desaprueban), el equipo publicitario de Peña debería de ser de una calidad muchísimo más prometedora. Bueno, eso si pretende el presidente llegar a terminar su sexenio o seguir con sus acuerdos diplomáticos y políticas exteriores sin que la comunidad internacional lo siga rechazando. No lo apoyo, repito, ni pretendo ayudarlo. Sólo digo que, evidentemente, su publicista hace un trabajo igual de malo que él… o peor. Sólo digo.