Miguel Ángel Mancera llamó la atención de la población de la capital mexicana como procurador, pero como mandatario capitalino fue una desgracia.
Por: Alam Bernal (@AlamBeav)
RegeneraciónMx. Muchas personas consideran que un tema central en México es la seguridad, por lo que consideran que, a mayor policía menor será el número de criminales en las calles.
En el 2006, el entonces presidente, Felipe Calderón, declaró la mal llamada “guerra contra las drogas”, y entonces comenzó un baño de sangre en el país.
Aunque el Ejército salió de los cuarteles a realizar labores de seguridad, y la Policía Federal detenía a “grandes capos”, la cifra de muertes violentas aumento, a la par otros delitos; situación que incrementó la violencia en todo el país, con imágenes nunca antes vistas de mutilados o descuartizados.
Unos años bastaron para que en la Ciudad de México llegara a gobernar Miguel Ángel Mancera, exprocurador capitalino; su figura dinámica y a veces hasta arriesgada en eventos trascendente, le valieron convertirse en una figura mediática durante la administración de Marcelo Ebrard.
Fue entonces que en 2012 el exmiembro de la Policía llegó a gobernar la capital mexicana, una ciudad que ha sido el centro de la lucha por las libertades y la democracia en México.
Sin embargo, como en tiempos de Díaz Ordaz, Miguel Ángel Mancera reprimió manifestaciones y mando grupo de choque a reventar las protestas.
Mientras que los medios de comunicación acusaban de “vándalos” o “anarquistas” a sujetos no identificados, quienes muchas veces fueron ubicados como policías capitalinos.
Eventos políticos en los que asistía el mandatario capitalino y su amigo el presidente, Enrique Peña Nieto, eran blindados con todo el aparato de seguridad del Estado.
Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fueron desalojados violentamente del Zócalo el 13 de septiembre del 2013.
Esa misma plancha le fue negada por el policía capitalino al entonces opositor, Andrés Manuel López Obrador; quien en octubre del 2013 tuvo que realizar la manifestación en contra de la Reforma Energética de Peña Nieto en Avenida Juárez.
Hoy nuevamente muchos apuestan a tener un policía en la Ciudad de México, alguien que en lo personal no se identifica ni con la Cuarta Transformación; ni con el proyecto político-social que busca cambiar de raíz la putrefacción de la sociedad, que permite que proliferé la delincuencia.
Sin embargo, es necesario continuar sembrando la utopía de que una sociedad mejor es posible a través de la cultura, el deporte y las artes, y no a través de más patrullas y armas.