El expresidente Luis Echeverría cumple 100 años este 17 de enero; se le recuerda por su responsabilidad en la Masacre de Tlatelolco, el Halconazo y otros más.
RegeneraciónMx, 17 de enero, 2022. Hoy cumple 100 años el expresidente Luis Echeverría Álvarez y más que celebrarlo, se le recuerda por hechos nefastos como la Masacre de Tlatelolco en 1998 y el ‘Halconazo‘ de 1971. Por Dante García Berlanga, @limpicatto.
Luis Echeverría es el expresidente más longevo en la historia de México y quizá sea por eso que suele pasar desapercibido; se considera que los siguientes expresidentes desde Carlos Salinas de Gortari son los únicos que deberían ser juzgados. Sin embargo, durante su sexenio, e incluso antes, ocurrieron eventos sangrientos y oprobiosos de la historia de México.
A Echeverría se le señala, como secretario de Gobernación del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, de complicidad en la represión violenta y asesinato de estudiantes el 2 de octubre de 1968.
Los crímenes de Echeverría que prescribieron con Fox
Este hecho, junto con el ‘Halconazo’ del 10 de junio de 1971 y la llamada Guerra Sucia se trataron y prescribieron en una comisión especial en el sexenio de Vicente Fox.
En la Matanza del Jueves de Corpus, o ‘Halconazo’ del 71, Echeverría ya era presidente. Negó su participación y nunca aclaró los hechos.
Se trató de una manifestación en solidaridad con la situación en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) que veía en riesgo su autonomía.
El la tarde del 10 de junio el grupo de choque conocido como los ‘Halcones’, con adiestramiento CIA arremetió contra los estudiantes universitarios.
Luis Echeverría también tuvo responsabilidad en lo que se conoció como «Guerra Sucia«. A diferencia del significado que hoy se le da (campañas de difamación), fue una época sangrienta de México en la que abundaron secuestros y homicidios contra los disidentes políticos.
El expresidente usó al sanguinario espía y jefe policía, Miguel Nazar Haro, para perseguir a disidentes políticos y opositores. Se le identifica, sin eufemismos ni dudas, como quien se encargaba de perseguir, torturar y asesinar, muchas veces personalmente, a los adversarios políticos de los presidentes priistas Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo.