En una carta desde el Vaticano, la Iglesia Católica condenó los casos de abuso sexual que se destaparon en Pensilvania
Regeneración, 17 de agosto de 2018. Luego de que saliera a la luz alrededor de un millar de casos en los que sacerdotes de la Iglesia Católica abusaron de niños, autoridades de la Iglesia Católica condenaron los hechos y consideraron que tanto los abusadores como quienes lo sabían y lo permitieron, deben asumir responsabilidades.
Así lo describe en una carta el director de la oficina de prensa del Vaticano, Greg Burke.
«La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y debería haber asunción de responsabilidad tanto por parte de los abusadores como por parte de los que permitieron que se produjera», dijo Burke en una misiva.
«Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe»
Entre otras cosas, Burke indica la temporalidad de los hechos y resalta que se llevaron a cabo antes del 2002, lo que demuestra la efectividad de las reformas al interior de la iglesia.
«La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores», dice el texto.
El papa Francisco, según sostiene el comunicado, «comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia y en toda la sociedad».