Combatir pobreza, generar empleo y garantizar a jóvenes el acceso a la educación media superior y superior; dar respuesta a las necesidades básicas del pueblo, es la manera más barata, humana y eficaz para enfrentar los problemas de inseguridad y violencia.
López Obrador señaló en Colima:
A nadie conviene la militarización del país, porque sólo se gasta el recurso presupuestal de manera injustificada y ha resultado un rotundo fracaso la estrategia del gobierno espurio de Felipe Calderón en contra de la delincuencia organizada.
Lamentamos las muertes del ex gobernador Silverio Cavazos y del médico Mario Robles y enviamos sentido pésame a sus respectivas familias. Se debe investigar y no descartar ningún móvil. Se debe investigar a fondo. Tenemos esperanza en que sean de carácter pasajero y transitorio, los actos de violencia en Colima y que la entidad retome, a la brevedad posible, el ambiente de tranquilidad que la caracteriza, porque su pueblo es trabajador y pacífico y no merece vivir con miedo y temor.
El clima de violencia e inseguridad es fruto podrido de la política económica neoliberal que se impuso hace 27 años, desde la administración del ex presidente Miguel de la Madrid y que se concretó en la gestión salinista.
Durante el mandato de Carlos Salinas se abandonó la planta productiva, creció el desempleo y se dejó sin oportunidades de estudio y de trabajo a los jóvenes.
A partir de ese entonces se entregó a particulares la banca, la reserva minera y las principales empresas públicas. Lo mismo hicieron sus sucesores, como Ernesto Zedillo que se encargó de privatizar los ferrocarriles y los gobiernos emanados del PAN.
En consecuencia se desató un clima de odio, de rencor y de resentimiento que llevó a su vez a un ambiente de descomposición en materia política, económica y social.
La actual tragedia nacional es responsabilidad de la mafia del poder. Son los 30 barones del dinero, ese grupo que impuso a Felipe Calderón en la Presidencia de la República, los culpables del empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos porque no quieren perder sus privilegios.
Esa mafia del poder, del dinero y de la política mantiene confiscadas a las instituciones públicas, así como a la mayoría de los medios de comunicación, y obviamente se oponen a cualquier transformación real y verdadera porque se pone en riesgo sus intereses.
Más temprano que tarde se dará un cambio auténtico en nuestro país. Vamos a lograr la hazaña de transformar a nuestro querido México, con una revolución de las conciencias, con la concientización de hombres y mujeres dispuestos a participar en la tarea de convencer a cinco ciudadanos más sobre la importancia de reformar la vida pública del país.
Entre las cúpulas panista y priista no hay diferencia alguna, porque están al servicio de la mafia del poder, es decir que Elba Esther Gordillo es igual que Felipe Calderón, Felipe Calderón igual que Carlos Salinas y Enrique Peña igual que Manlio Fabio Beltrones.
A esa oligarquía encabezada por Salinas de Gortari y a los dueños de Televisa, no les gustó la propuesta de la senadora Yeidckol Polevnsky como aspirante a la gubernatura del estado de México.
Por su parte Peña Nieto, se ha convertido en el candidato de la mafia a la Presidencia de la República para el 2012. Tanto Televisa como Salinas lo han convertido en una especie de barbie masculina, casado en una boda exclusiva, que seguramente se difundirá profusamente en los espacios del canal de las estrellas.