El caudaloso Río Atoyac, que corría desde el municipio de Amatlán de los Reyes y se prolongaba hasta Boca del Río en Veracruz, desapareció en un abrir y cerrar de ojos y en sospechosas circunstancias.
Regeneración 03 de marzo del 2016.- El Río Ayotac, cuyo nombre significa “agua que se derrama”, desapareció de un día para otro debido a una supuesta fractura geológica.
Según los lugareños, el lunes pasado se “se escuchó una gran explosión, un gran estruendo, tronó la tierra, se cimbró”, reportó La Nigua, medio local.
“Cuando fueron a ver se estaba yendo el agua”.
Juana Sánchez, habitante de la zona, fue entrevistada por Efe dijo: “El lunes nos dimos cuenta de que dejó de correr el agua, por lo que al ir a revisar nos encontramos con un hoyo que provoca que el agua ya no corra en su cauce”.
El director de Emergencias de Protección Civil, Ricardo Maza, comentó que aparentemente se trata de una fractura geológica que formó un cráter en el río Atoyac, lo que ha provocado que el agua se vaya al subsuelo.
La abertura, presuntamente conduce a los mantos freáticos (reservas de agua ultra profundas), y tiene una longitud de aproximadamente 30 metros por 20 de ancho.
El interrumpido cause, pasaba por los municipios Atoyac, Yanga, Cuitláhuac, Carrillo Puerto, Cotaxtla y Medellín, además de Amatlán de los Reyes, donde se origina y Boca del Río, donde desemboca.
El socavón por el que se va el agua está ubicado en la comunidad de Rancho San Fermín, Atoyac, Veracruz.
Aunque se dice que las causas del fenómeno son naturales, varias empresas de fracking o fractura hidráulica (método químico para la extracción de gas natural que utiliza grandes cantidades de agua) han empezado a trabajar en municipios de Veracruz, estado que concentra una gran cantidad de agua pues varios ríos desembocan por ahí.
La gente de los alrededores ha llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, pues el Río abastece a varios municipios de la región, además de proveer las condiciones para que haya la flora y la fauna que constituye el principal sustento de las familias.
Por ello, el presidente municipal de Atoyac, Agustín Mollinedo, hizo un llamado para salvar la corriente.
“Tenemos que rescatar este afluente porque se mata no sólo a las especies, sino que este es el alma y vida de este lugar”, dijo
“No quiero imaginar algo más catastrófico; preocupa y estamos conscientes de que hay una fuente de agua fuerte y si hubiéramos sabido que algo así ocurriría, no estaría pasando esto”.
Fuente: El Universal, 24 Horas y Excélsior, La Nigua.