Otra vez el Teletón
Está haciendo de las suyas:
entonándole aleluyas
a la humana compasión,
se queda con un montón
de dinero malhabido
que después es deducido
por un consorcio ladrón
que con la televisión
tiene al país sometido.
Con cinismo sin igual
el Teletón se ha ceñido
al método conocido
del chantaje emocional:
Así obtiene un dineral,
pues mucha gente sincera
piensa que de esta manera
al humilde está ayudando,
sin saber que está engordando
de Azcárraga, la chequera.