De París a Los Ángeles: Así se vivió el cierre espectacular de los Juegos Olímpicos

Con todo y las estrellas de Hollywood, los Juegos Olímpicos de París dijeron adiós y ahora es el turno para Los Ángeles, Estados Unidos.

Con todo y las estrellas de Hollywood, los Juegos Olímpicos de París dijeron adiós y ahora es el turno para Los Ángeles, Estados Unidos.

RegeneraciónMx, 11 de agosto de 2024.- Con una espectacular ceremonia de clausura, París despidió los Juegos Olímpicos de 2024, dejando una huella imborrable antes de ceder el testigo a Los Ángeles, sede de la próxima edición en 2028.

La fiesta comenzó con Tom Cruise descolgándose del techo del Estadio de Francia, recreando una escena digna de “Misión Imposible”. Un personaje dorado, proveniente del futuro, y la cancha transformada en una gigantesca sala de fiestas fueron el escenario para cerrar un evento que celebró la belleza y el espíritu parisino.

En medio de esta atmósfera, sonaba “Sous le ciel de Paris” en la voz de Zaho de Sagazan, cuando Léon Marchand, el nadador francés y héroe de estos juegos, hizo su entrada triunfal. Con cuatro medallas de oro individuales, el atleta de 22 años fue el encargado de apagar el pebetero, marcando el fin de los Juegos que han sido suyos.

Sin embargo, bajo la lluvia del 26 de julio, la llama olímpica había llegado a París en manos de la ex atleta Marie-José Pérec y el judoca Teddy Riner. Ahora, se dirigía al Estadio de Francia, donde más de 71 mil espectadores esperaban con emoción.

En la pista, los atletas celebraban el cierre de semanas intensas de competencia, mostrando sus medallas y la satisfacción de haberlo logrado. La música de clásicos franceses, “Freed from desire” y “We’re the champions”, convirtió el estadio en una discoteca alegre antes de que las ganadoras de la maratón femenina, quienes por primera vez cerraron unos Juegos Olímpicos, recibieran las últimas medallas de París 2024.

El espectáculo continuó con la llegada del personaje dorado, interpretado por el breakdancer francés Arthur Cadre, quien representó un viaje distópico a un futuro donde los Juegos Olímpicos habían desaparecido. Con la ayuda de 270 bailarines, logró levantar nuevamente los aros olímpicos sobre el imponente escenario de 2,400 metros cuadrados.

Sin embargo, el presidente del comité organizador, Tony Estanguet, celebró el éxito de una edición “sensacional” que transformó a un “pueblo de quejicas irreductibles en fans apasionados”.

Tras la entrega de la bandera olímpica por parte de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, a su homóloga de Los Ángeles, Karen Bass, Tom Cruise se despidió de la ceremonia llevando la bandera en moto hacia un viaje que conectó la noche parisina con el sol californiano, marcando el comienzo de la próxima olimpiada en Los Ángeles.

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