El Congreso aprueba la creación del Distrito Federal y nombra a la ciudad de México capital de la República el 24 de agosto de 1821
Regeneración, 18 de noviembre de 2019. En el artículo cuarto de los Tratados de Córdova firmados el 24 de agosto de 1821, para consumar la independencia, se estableció que: “El emperador fijará su corte en México, que será la capital del Imperio”, naciendo lo que será Distrito Federal.
Con ello la Ciudad de México se convirtió en la capital del país.
La Constitución de 1824 otorgó facultades al Congreso para elegir un lugar que sirviera de residencia a los poderes de la federación.
Así, un decreto crea el Distrito Federal que quedará ubicado en un territorio federal circular cuyo centro será la plaza de la ciudad de México y un radio de dos leguas.
Además se instituye el cargo de Gobernador del Distrito Federal.
Desde 1836, al triunfar el centralismo, el Distrito Federal desaparecerá junto con los Estados que se convirtieron en Departamentos.
En 1843 se restaurará el Distrito de México, pero Santa Anna conservará la autonomía de los municipios de la ciudad de México.
En las sesiones del Congreso Constituyente del que emanará la Constitución de 1857, serán propuestas las ciudades de Celaya, Salamanca, San Miguel Villa Hidalgo, Querétaro y México para ubicar la residencia de los poderes federales.
Se aprobará, por 45 votos a favor y 43 en contra, dejar que sigan residiendo en la Ciudad de México.
De modo que la constitución de 1857 restituirá el Distrito Federal y dispondrá que de trasladarse los poderes, este territorio se convertirá en el Estado del Valle de México.
Sin embargo, el Distrito Federal seguirá sin ser autónomo respecto del poder ejecutivo que tenía la facultad de nombrar libremente a su gobernador.
Organizaciones como Colegio de Profesores y Partido Comunista denunciaron que la propuesta de Pñera viola la democracia y empodera a minorías con poder económico. https://t.co/AqZWDcT094 vía @regeneracionmx
— Regeneración (@RegeneracionMx) November 18, 2019