Derramamiento de sangre en México es ‘escandaloso’: Centro Católico Multimedial

El CCM destacó que las promesas de seguridad que hizo Enrique Peña Nieto para devolver la paz al país “fracasaron de forma estrepitosa”.

Regeneración, 19 de diciembre de 2017.- El Centro Católico Multimedial (CCM), señaló que en México, nadie está seguro y que los crímenes perpetrados contra sacerdotes y agentes de evangelización en México se incrementaron “de forma alarmante” en los últimos años, sobre todo a partir de la “guerra no declarada” en la administración de Felipe Calderón.

El CCM contabilizó 25 asesinatos, entre ellos 17 sacerdotes y cinco laicos, en circunstancias diversas y donde en la mayoría de los casos hay pocos avances en las investigaciones.

 “El recuento trágico es motivo para acelerar un cambio de mentalidad y de las políticas que están en el desfiladero del fracaso”, señaló.

Mediante un comunicado, el CCM destacó que las promesas de seguridad que hizo Enrique Peña Nieto para devolver la paz al país “fracasaron de forma estrepitosa”.

“No se trata de víctimas colaterales, efectos inevitables de una guerra que ha puesto a las fuerzas armadas en la calle. El derramamiento de sangre es escandaloso y alcanza a policías, marinos y soldados; civiles o profesionistas. Médicos, mujeres, estudiantes, periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos están en la mira del crimen”, dijo.

Además, el CCM expuso que, en dos sexenios, más de 200 mil personas han sido asesinadas: 120 mil 935 con Calderón y 114 mil 61 al 20 de noviembre con Peña Nieto a la cabeza del Ejecutivo.

“La palabrería de los responsables en otorgar seguridad sólo justifica la pronta resolución de los casos por ilusiones y vagas justificaciones en la mente, sin llegar nunca a la justicia pronta a la que todos tenemos derecho”.

“En la raíz encontramos la putrefacción del sistema entero infectado de corrupción e impunidad, dos hermanas que van de la mano”, enfatizó.

Los crímenes contra sacerdotes repuntaron en el sexenio 2012-2018: “acentuándose con otros hechos lamentables que desestabilizan la paz en general e impactan a la Iglesia católica en particular”.

Este año, los sacerdotes asesinados son Joaquín Hernández Sifuentes, de la diócesis de Saltillo, asesinado en enero; Felipe Altamirano Carrillo, presbítero de la Prelatura del Nayar, victimado en marzo, y José Miguel Machorro Alcalá, presbítero de la diócesis de Papantla, quien prestaba su ministerio en la Arquidiócesis Primada de México.

Sobre Machorro, el CCM indicó que es “uno de los casos más emblemáticos por tratarse de una víctima que ejercía al interior del más importante recinto religioso (la Catedral Metropolitana). Machorro Alcalá murió casi dos meses después al sufrir el calvario de una penosa recuperación, que fue una agonía que resultó en trágico desenlace”.

Además, señaló que durante este año se registraron “inauditos atentados” contra edificios de culto público y administrativos de la iglesia católica.

 

Con información de Proceso