Por falta de pagos, agentes de la Policía Federal (PF) comisionados en los estados de Guerrero y Michoacán, fueron desalojados de los hoteles donde se hospedaban.
Regeneración, 17 de noviembre de 2017.- Agentes denunciaron que ante esta situación se encuentran alrededor de 500 elementos de la PF que duermen en la calle en siete municipios guerrerenses, así lo dieron a conocer al periódico Reforma.
Algunos agentes, para reducir costos, pagan alojamiento en habitaciones desocupadas que no cuentan con servicios de electricidad ni alimentos.
Pero otros oficiales de rangos menores descansan en casas de campaña o bajo carpas instaladas en áreas verdes.
Un oficial cuestionó: «Como está la delincuencia y nosotros en la calle, risa hemos de dar. El gasto ahí está, los recursos que dieron, pero no llegaron o no sé qué pasó ¿Dónde está esa lana que dieron para nosotros?», cuestionó.
La empresa KolTov S.A de C.V. fue contratada por la Policía Federal para dar viáticos y hospedaje a los agentes, no obstante, el Gerente General de Hoteles Vista Hermosa, Jaime Vega dijo que tras ocho meses de retraso, envió un comunicado a la PF y a la empresa el pasado 7 de noviembre, donde le pide liquidar la deuda, de lo contrario 500 elementos serían desalojados, y como el pago nunca llegó, tuvieron que dejar el hotel el día 9.
En por lo menos 14 hoteles de Guerrero, los adeudos son por 40 millones 480 mil 15.76 pesos acumulados hasta octubre, según un balance de adeudos entregado a la agencia Reforma.
A la empresa Arrendadora Gala, propietarios del Hotel Zirahuén en Michoacán, también la Procuraduría adeuda varios meses de hospedaje y servicios, por lo que agentes, con todo y armamento, se ven obligados a dejar el hotel, así lo informaron medios locales.
Esta misma situación se repite en los municipios de Cocula, Chilapa, Arcelia, Cutzamala, en el estado de Guerrero y en Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Ante tal situación, un agente comentó: «Esto es una humillación, una verdadera vergüenza para nosotros como oficiales. Pasa la gente, nos ve y en vez de autoridades de respeto, nos ven con lástima, como pordioseros».