La valiente decisión de Juárez de impago de la deuda ante bancarrota del país, genera invasión francesas. La austeridad fue una forma de recuperar las finanzas.
Regeneración, 3 de junio de 2019. Después de derrotar a los conservadores y ordenar el fusilamiento de Maximiliano, las disputas entre los dos bandos no cesaron.
En 1861 Juárez gana las elecciones e inicia políticas progresistas para fortalecer el Estado mexicano y promueve una agenda exterior para recuperar la dignidad del país.
Aunque se fueron recuperando poco a poco las relaciones con las potencias, Benito Juárez declara en bancarrota a México y suspende los pagos de la deuda externa, con el objetivo de llevar a cabo su proyecto liberal.
Se inició un proceso de fuerte austeridad y Juárez presenta la moratoria de la deuda en el Congreso. Allí es aprobada y centra sus ingresos para pagar fuerzas armadas, reduce numero de empleados y otras medidas fuertes.
El 21 de julio el gobierno mexicano convoca a sus diplomáticos para que se informe la situación en el exterior.
Juárez enfatiza que no se desconoce el pago, pero se pide comprensión por la situación del país después de la guerra civil.
Francia y España exigieron que se suspendiera el decreto de ley de impago. El 25 de julio rompe relaciones y posteriormente lo hace México de vuelta.
Inglaterra también exigió que se pagara y se amagó el rompimiento de relaciones.
México por su parte busca pagar la deuda con Inglaterra a través de la intermediación de Estados Unidos, cuestión que no se logrará y vuelven los ingleses al ultimátum.
El 23 de noviembre se deroga la ley de la moratoria, pero ya es demasiado tarde y la segunda invasión francesa se prepara.