Más de 2 mil millones de personas dependen de glaciares para agua dulce, igual a suma de gente en EEE.UU y China. En México Pico de Orizaba e Iztaccihuatl
Regeneración, 21 de marzo de 2025. Ante el punto crítico que viven los glaciares del planeta cuyo derretimiento provoca flujos de agua inciertos es que Naciones Unidas proclamó un nuevo Día Mundial en su calendario cívico exclusivo para el tema.
Cabe destacar que la ONU dedicará el Día del Agua, 22 de marzo, a estos cuerpos de hielo, seguido del anuncio de la necesidad de su propia jornada: Día Mundial de los Glaciares, 21 de marzo.
Esto, para hacer conciencia.
Glaciar
Cabe destacar que se indica que lo crítico de los glaciares es que un tercio podría desaparecer para 2050.
Incluso se indica que en 2023 los glaciares sufrieron la mayor merma de masa registrada en los últimos 50 años.
Además, la disminución de esas masas de hielo contribuye al aumento del nivel del mar en el ámbito global, el cual es hoy en día aproximadamente 20 centímetros más alto que en 1900.
Por derretimiento de glaciares ocurren flujos de agua inciertos, con profundas repercusiones para el planeta y sus habitantes.
Por ello, se indica esencial reducir las emisiones de carbono a escala mundial y «adoptar estrategias locales para adaptarse al retroceso de los glaciares”.
Seco
Por otra parte se indica que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) apunta que en 2023, grandes territorios de América del Norte, Central y del Sur sufrieron sequías severas.
Así como reducciones en caudal de los ríos. Cencas del Misisipi y el Amazonas con caudales históricamente bajos.
En Asia y Oceanía, el Ganges, el Brahmaputra y el Mekong con bajo caudal.
En contrapartida la Isla Norte de Nueva Zelanda y Filipinas exhibieron con caudal anual muy superiores a lo normal.
Y norte de Europa, todo el territorio del Reino Unido e Irlanda con caudal superior al normal, al igual que Finlandia y el sur de Suecia.
Dice
La ONU dice que se trata de “las ‘torres o depósitos de agua del mundo’ porque abastecen de agua dulce a más de la mitad de la humanidad y almacenan alrededor del 70 % de ésta.
Dichas formaciones de hielo cubren aproximadamente 700 mil km² de la Tierra”.
Mismas que se forman a partir de la acumulación de nieve “cuando la temperatura del medio ambiente es por debajo de los cero grados, cae una nevada y ésta no se funde, sino que se acumula».
Así, se va compactando las capas más inferiores hasta un hielo pesado y duro.
Al tiempo que se indica que de manera natural el deshielo permite que montaña abajo se formen ríos, lagos u otros cuerpos de agua, permitiendo a ecosistemas – y las personas dentro– abastecerse de agua.
Por qué Glaciares
Todo esto, se indica porque la temperatura ha subido esa línea de balance; en el Polo Sur, la Antártica y Groenlandia se ha hecho más pequeña la masa de hielo.
Así, un deshielo acelerado se traduce a corto plazo en desprendimientos de tierra, avalanchas, inundaciones y sequías.
E incluso, a largo plazo una amenaza para la seguridad del abastecimiento de agua de la humanidad.
Al tiempo que se recuerda que los glaciares son reguladores del clima porque las grandes acumulaciones de hielo, sobre todo en la Antártica, que es todo un continente, y zonas como Groenlandia, controlan que la Tierra no se enfríe ni se caliente tanto.
Esto porque en el hielo, que es blanco, la luz solar se refleja prácticamente toda. La nieve es como una capa aislante que no permite que la temperatura penetre hacia el interior del glaciar.
«Rebota toda la luz y también el calor”.
Al que se indica a contaminación, en específico por la quema de hidrocarburos, el llamado carbono negro, que son cenizas por la quema de petróleo, de diésel, de hidrocarburos.
Esto, de las industrias o de incendios forestales. Ceniza muy fina que se acumula, pude cambiar color de la nieve, por ejemplo en incendio forestal muy grande o una tormenta de polvo.
«Entonces el hielo absorbe más calor. No puede regresarlo porque ya no es blanco y esto hace que se funda más rápido».
Al derretirse a mayor velocidad todo el sistema de la Tierra va modificando su temperatura acelerando el cambio climático. «Todo está relacionado”.
México
Por otra parte, en redes se apunta que en México solamente tenemos tres glaciares, en el Pico de Orizaba y dos remanentes en el Iztaccíhuatl.
En el contexto se habla de la altitud de la línea de equilibrio, donde se da el proceso entre la ganancia por parte de las precipitaciones y la pérdida por medio de la fusión.
Mismo que está muy cerca de los cinco mil 300 metros de altitud y en este caso el volcán Iztaccíhuatl, tiene cinco mil 240 metros, esto es, se encuentra debajo de la línea de equilibrio.
Por lo tanto se indica además, habrá solo nieve estacional por ello lo improbable de que haya una regeneración de los glaciares.
Asimismo el Pico de Orizaba, la montaña más alta de México, registra una zona de acumulación con probabilidades bajas de que se preserve.
Numeralia
Las 19 regiones glaciares registraron pérdida de masa neta en 2024, por tercer año consecutivo. Son más de 275 mil glaciares sin incluir los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida.
En cinco de los últimos seis años se registró un retroceso récord de los glaciares. En conjunto, perdieron 450 mil millones de toneladas.
Y se indica el cuarto peor año registrando. El peor fue 2023.
Sin embargo se distingue pérdida de masa relativamente moderada en Ártico canadiense y periféricos de Groenlandia.
Pero los glaciares de Escandinavia, Svalbard y el norte de Asia experimentaron su peor año registrado.
Y lo que equivale a un bloque de hielo del tamaño de Alemania y de 25 metros de grosor
A este ritmo muchos glaciares del oeste de Canadá y EE.UU, Escandinavia, Europa central, el Cáucaso, Nueva Zelanda y los trópicos no sobrevivirán al siglo XXI, según la OMM.
Finalmente se subraya que amenaza el suministro de agua de cientos de millones de personas ya que entre «2022 y 2024, asistimos a la mayor pérdida de glaciares jamás registrada en tres años».
Para la ONU, la única respuesta posible es combatir el calentamiento global reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Podemos negociar muchas cosas en la ONU, pero no podemos negociar las leyes físicas del deshielo», señaló Stefan Uhlenbrook, director del Departamento Agua y Criosfera de la OMM.
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