«La muerte de Mara es mitad responsabilidad de Mara y mitad responsabilidad del taxista», dijo Nigromante Rueda, director del Diario Cambio, de Puebla
EXIGIMOS A @CONAPRED SANCIÓN A @Nigromanterueda por acusar a #MaraCastilla de estar borracha y de querer acostarse con el taxista #SiMeMatan pic.twitter.com/cXCkKWrDLd
— El Gordo de Cambio (@RuedaTlacoyero) 17 de septiembre de 2017
Regeneración, 18 de septiembre de 2017.- Nigromante Rueda, director editorial del Diario Cambio, de Puebla, responsabilizó a la fallecida joven Mara Fernanda Castilla de su propio asesinato.
«La muerte de Mara es mitad responsabilidad de Mara y mitad responsabilidad del taxista», dijo Rueda en una transmisión de su programa «Juego de Troles».
Después de decir esto buscó equilibrar su declaración expresando que «Claro que nada justifica que la mataran», comentario que compartió en la cuenta en Twitter de su periódico.
Sin embargo su posicionamiento sigue siendo nocivo, pues busca convencer a la sociedad de que el responsable de todo crimen es también la víctima si ésta no tiene suficiente cuidado.
Tomando en cuenta que la Justicia responsabiliza al criminal aplicando una condena en contra de éste y no en contra de la víctima, el comentario de Rueda es incorrecto.
Se puede alegar que Rueda buscaba llamar a la sociedad a ser más precavida, pero aún así fracasó rotundamente: colectivos han logrado hacer esto de una manera más clara, productiva y sin culpar a las víctimas de los crímenes.
La agrupación «El Grito Más Fuerte», por ejemplo, difundió un video que da a las mujeres mexicanas recomendaciones para poder salvar su vida:
Lanzan campaña para que mujeres puedan salvar su vida en México (Video)
Tras este comentario, Rueda fue señalado por una cuenta en Twitter la cual tiene el propósito expreso de denunciarlo con la Conapred y exigir una sanción contra el director del periódico.
Rueda dirige un programa llamado «Juego de Troles», transmitido en Facebook y en YouTube. Cabe recordar que los llamados ‘trolls’ del Internet son usuarios, generalmente anónimos que hacen comentarios intencionalmente irritantes, incorrectos, poco populares y hasta ilógicos, con el propósito de hacer enojar a los demás; un discurso de la categoría más baja.