A dos días desde las elecciones en Honduras, aún no se sabe quién será el presidente, pues ambos candidatos se declaran ganadores.
Por Fabiola Rocha
Regeneración, 28 de noviembre de 2017.- Un par de días después de que se llevaron a cabo las elecciones en Honduras, los dos candidatos posibles, el presentador de televisión y opositor, Salvador Nasralla, y el actual presidente Juan Orlando Hernández, se declararon ganadores.
Durante el último comunicado oficial, con el 60 por ciento de los votos computados, Salvador Nasralla contaba con el 45 por ciento de los votos a su favor, mientras que el actual presidente Juan Orlando Hernández alcanzaba el 40 por ciento de la preferencia.
Pese a la tendencia positiva de la oposición, el oficialismo apuesta a que el triunfo del Partido Nacional está en las actas que faltan, en áreas rurales, lo que -como dato curioso- jamás ha sido determinante en las elecciones de aquel país, aseguró el periodista y escritor Fernando Destephen, radicado en Tegucigalpa.
“Las elecciones se las están robando, porque el Tribunal Supremo Electoral gastó casi 100 millones de dólares en un sistema de divulgación de resultados que no ha funcionado, y un silencio de casi 10 horas antes de dar un primer resultado”, dijo.
“Personalmente creo que el oficialismo si estructuró un fraude, pero moderado, no tomaron en cuenta la afluencia de gente a las urnas, porque la gente si salió a votar, creo que al ver que los números reales superaron los que ellos manejaban no tuvieron el valor de dar un resultado ‘oficial’ y está dilatando el tiempo para que la gente se canse”.
La prensa internacional ya había reportado el fraude electoral que se estaba fraguando antes de la elección; en un artículo publicado por The Economist, titulado “¿Está planeando el partido en el poder de Honduras amañar las elecciones?”, se da cuenta de una conversación grabada que indicaría cómo es que se haría para distorsionar los resultados electorales.
El audio fue grabado durante una sesión de entrenamiento para miembros del Partido Nacional (oficialista), en el “Plan B”.
«El plan B significa que estamos a la ofensiva», dice una mujer que se identifica como empleada del gobierno, según reportó The Economist; “parece ser un plan para aumentar fraudulentamente el voto del Partido Nacional a expensas de sus rivales”, señala el artículo.
El texto fue publicado días antes de las elecciones en las que también se definirán los escaños del Congreso y elecciones municipales, además de la presidencial.
Mientras tanto, los dos candidatos se declararon ganadores de las elecciones; el primero, fue Nasralla, quien empezó la celebración el domingo por la noche; sin embargo, poco después, el aún presidente también comenzó la celebración autoproclamándose como presidente electo, aunque los votos parciales no le favorecen.
Las dudas sobre el proceso ya fueron planteadas por observadores internacionales como la misión de la Unión Europea, que en voz de la jefa de delegación, Marisa Matías, plantearon serias dudas sobre el proceso.
«En el 2013 hubo cinco anuncios de resultados por parte del TSE y ahora solamente uno. Para que exista la máxima tranquilidad hay que garantizar no dejar espacios para la incertidumbre», indicó para la BBC.
La mujer señaló la importancia de despolitizar al Tribunal Electoral, algo en lo que conincide Destephen: “es urgente una depuración y despolitización del Tribunal Supremo Electoral”.
“Es evidente la falta de institucionalidad, a pesar de la observación internacional”, concluyó.
Por otro lado, el presidente del TSE, David Matamoros, señaló que la ley les permite procesa los resultados hasta después de 15 días después de los comicios.
«El presidente ya está escogido por el pueblo, ahora sólo falta terminar de procesar las actas tal y como procede y como los mismos partidos solicitaron previo a las elecciones», señaló Matamoros.
Otros ciudadanos también han manifestado su inconformidad en el proceso y señalaron la presencia militar en las calles como una manera de “tomar por asalto” las elecciones para favorecer al presidente en funciones.