La violencia desatada en gran parte del país, es prueba del fracaso de la guerra emprendida contra el narcotráfico. Calderón carece de una estrategia articulada; apostó a la militarización y el resultado son más de 50 mil muertos y 5 mil desaparecidos.
Los principales responsables de este desastre son quienes se adueñaron del país y de las instituciones y erigieron un régimen de impunidad que hoy protege a la delincuencia organizada. Impusieron el modelo neoliberal, benéfico sólo para unos cuantos, perjudicial para el resto de la sociedad, que destruye al país, empobrece a sus habitantes, mina la independencia nacional y cancela el futuro de millones de mexicanos.
La solución real y duradera a la violencia y a la descomposición social, es la organización y la movilización de la ciudadanía para cambiar el régimen político corrupto, el modelo económico injusto y depredador, contrarrestar el sistema de valores que promueve el egoísmo y la mercantilización de toda la vida. Sólo con democracia, justicia y dignidad habrá paz.
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