Apoyos del gobierno tienen ‘fecha de corte’, dicen damnificados.
Regeneración, 8 de noviembre de 2017.- Tras dos meses del sismo que afectó severamente a Juchitán, Oaxaca, personal del Ejército levantó el comedor comunitario que estaba instalado en el albergue del Instituto Tecnológico del Istmo, aunque ahí todavía habitan más de 100 damnificados.
El comedor fue levantado y también desapareció la máquina de tortillas y la unidad médica del IMSS que fue instalada por las autoridades federales para brindar atención a los más de 14 mil damnificados de Juchitán.
En el sitio habitan familias de las nueve secciones de Juchitán y de colonias populares, la mayoría no tiene casa o está dañada por los sismos de septiembre.
Algunos de los damnificados tejían huipiles, enaguas y elaboraban hamacas para poder sobrevivir, algunos más trabajaban por las mañanas y en las noches llegaban a dormir al albergue.
En estos dos meses lograron sobrevivir con poca agua y escasa energía eléctrica, pero al no contar con otro lugar seguro para vivir, decidieron quedarse.
Nadie les avisó que el comedor y los servicios tenían “fecha de corte”, sin decirles nada se los arrebataron.
Reina Victoria Castillejos Rosalino llegó a este refugio desde el pasado 23 de septiembre cuando la réplica del sismo le quitó su casa ya dañada desde el 7 de septiembre. Desde entonces llegó al albergue acompañada de sus 4 hijas y su madre.
“No tenemos a donde irnos, aquí nos daban alimentos, mi esposo trabaja en una tienda como cajero y yo soy artesana, mi mamá ya no puede trabajar está muy grande y me ayuda con mis cuatro hijas, la desesperación es quién nos dará un refugio temporal en lo que comenzamos con la reconstrucción”, dijo.
Los damnificados se sienten abandonados por las autoridades, les quitaron el apoyo del comedor y no los han apoyado con la demolición de sus viviendas.
“No podemos entrar a la casa, todo el escombro está encima de las cosas, todo ha sido muy lento, por eso es que nos refugiábamos en este albergue, pero ahora tendremos que buscar otro espacio, no queda de otra, aquí ya no es seguro”, dijo Reina Narcisa, otra de las damnificadas.
Con información de Istmo Press