El narcotraficante también podrá recibir libros y revistas. Incluso recibirá una Biblia y visitas de un sacerdote de su fe.
Regeneración, 4 de octubre de 2017.- Eduardo Balarezo, abogado de Joaquín El Chapo Guzmán, informó que su cliente podrá utilizar el teléfono para hablar con sus familiares y, además, recibirá libros y revistas y podrá ver a un sacerdote durante su estancia en la cárcel de Nueva York.
Desde su extradición en enero pasado, El Chapo ha permanecido incomunicado, según el abogado.
En un comunicado, indicó que “como cualquier otro acusado, al señor Guzmán se le presume inocente. Hasta ahora el sistema le ha tratado como si fuese culpable antes de que se haya presentado la más mínima prueba en su contra y haya sido evaluada por un jurado».
Agregó que “todo lo que pedimos es que se le den los mismos derechos y privilegios que a cualquier otra persona inocente. Está deseando poder simplemente comunicarse con su familia e hijas pequeñas”.
Balarezo, que se hizo cargo de la defensa del narcotraficante recientemente, reclamó hace una semana al Departamento de Justicia que Guzmán tenga acceso a toda una serie de posibilidades previstas por la ley, como reuniones con sus abogados, llamadas telefónicas o recepción y envío de correo.
Por su parte, las autoridades indicaron que, hasta el momento, El Chapo no había solicitado nada de lo que ahora tendrá acceso y aunque confirmaron su derecho a las peticiones, serán bajo ciertas condiciones.
A partir de ahora, El Chapo Guzmán podrá disponer de una llamada telefónica de 30 minutos cada mes, o podrá dividirla en dos llamadas de 15 minutos cada una. Únicamente se podrá comunicar con familiares, siempre y cuando, antes otorgue la información de cada uno y sus números telefónicos.
Asimismo, podrá comunicarse por teléfono con su abogado si no puede desplazarse a verle en persona, recibir documentos legales y tener acceso a correo ordinario, aunque este debe ser revisado por las autoridades.
El capo también podrá recibir libros y revistas. Incluso recibirá una Biblia y visitas de un sacerdote de su fe que trabaje en el servicio de prisiones.
La defensa del narcotraficante que escapó dos veces de cárceles mexicanas, pidió que Guzmán pueda verse con un religioso que conozca y que hable su idioma y no con un extraño.
Con información de Expansión