Mientras que la papa en sí misma puede formar parte de una dieta saludable, algunos estudios han sugerido que comer en exceso este tubérculo puede plantear riesgos para la salud
Regeneración, 23 de junio del 2017.-Comer de dos a tres raciones de papas fritas por semana puede llegar a duplicar el riesgo de muerte prematura, según un nuevo estudio científico.
Esta es la principal conclusión del estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Brescia y la sociedad CEINGE Biotecnologie Avanzate (Italia) y publicado esta semana en la revista The American Journal of Clinical Nutrition tras analizar los datos de más de 4400 personas.
Mientras que la papas en sí misma puede formar parte de una dieta saludable, algunos estudios han sugerido que comer en exceso este tubérculo puede plantear riesgos para la salud (hipertensión, por ejemplo).
Para su estudio, los investigadores contaron con los datos del estudio de cohortes de la Iniciativa de Osteoartritis de Estados Unidos con 4440 adultos, de entre 45 y 79 años de edad, con la intención de examinar los efectos del consumo de papas en la mortalidad. Los voluntarios tuvieron un seguimiento de 8 años.
A lo largo del estudio, los participantes cumplimentaron un cuestionario sobre alimentación; datos que emplearon para comprobar la ingesta semanal de papas y de papas fritas de los participantes. Durante los 8 años que duró el estudio, 236 participantes fallecieron.
Aunque comer papa no destacó por tener un vínculo relevante con el riesgo de mortalidad, sí que destacó sobremanera la ingesta de papas fritas. Los investigadores descubrieron que comparado con los adultos que no consumían papas fritas, los que comían alrededor de dos o tres raciones de papas fritas cada semana tenían el doble de riesgo de muerte prematura. Comer más de tres raciones aumentó aún más este riesgo.
Dado que el estudio es exclusivamente observacional, no se pueden hacer conclusiones firmes, pero los autores apuntan que el consumo frecuente de papas fritas parece estar asociado con un mayor riesgo de mortalidad, si bien, se deben realizar estudios adicionales con muestras más grandes para confirmar esta teoría.