Mientras Rusia, que no tenía capacidad para explorar sus yacimientos de petróleo, ahora es el número uno en producción mundial; México sólo ha mostrado ineptitud.
Por Antonio Gershenson
Regeneración, 08 de abril de 2018.- En 2014 informamos del descubrimiento de enormes reservas de petróleo y gas natural en el Ártico, en Rusia. Se esperaba que una empresa trasnacional ayudara al desarrollo de la nación, pues ésta no tenía capacidad para hacerlo por sí misma. El gobierno estadunidense tenía bloqueadas a sus compañías para trabajar en Rusia y les prohibió su participación.
El presidente Vladimir Putin, en una visita a India, país con un muy alto conocimiento en ésta y otras ramas, firmó un convenio para trabajar en conjunto.
Ya la situación petrolera en esa región ha cambiado. Hoy Rusia está en primer lugar mundial, con alrededor de 11 millones de barriles diarios, rebasó a Arabia Saudita, ahora en segundo lugar, con una producción de alrededor de 10 millones de barriles.
Para Rusia es muy importante el Ártico y, en general, el petróleo al norte de sus tierras. Pero hay otro caso importante y más reciente: China, que también trabaja en esa área. El 26 de enero anunció el desarrollo de la Ruta de la Seda Polar. Los dos países trabajan en ese sentido coordinadamente. China puede costear los proyectos cuando sea necesario.
Ahora, un cargamento del norte de China hasta la ciudad de Rotterdam por el Canal de Suez tarda alrededor de 48 días. Pero un petrolero ruso desde el Ártico puede llegar de Noruega a Corea del Sur en un lapso de 15 a 19 días, aproximadamente una tercera parte.
Los productos chinos que van a Europa por mar podrán ir más rápido y de forma más barata por el norte. Y si el mar ruso nórdico ayuda a China, ésta ayuda a Rusia con crédito y financiamiento.
Todo esto hace frente al bloqueo económico de Rusia por Estados Unidos y en buena parte por Europa Occidental.
Otra parte es, como recién hemos visto, el bloque de 16 países en el este de Asia y el Pacífico, hasta Japón, Australia y Nueva Zelandia. Los habitantes de estas naciones representan prácticamente la tercera parte de la población mundial, y casi la mitad del producto interno bruto (PIB), en inglés, Gross Domestic Product (GDP).
Si tomamos el monto promedio de 11 años, de 2007 a 2017, este volumen es mayor de 6 por ciento para China, India, Vietnam, Mongolia y Uzbekistán, y 5 por ciento para Indonesia, Filipinas y Tadjikistán.
En ese mismo periodo, entre los países con menos de 2 por ciento se cuentan Alemania, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, con 1.4 por ciento. También México, con 1.9 por ciento, pero que después de la expropiación petrolera y durante 42 años, tuvo un promedio de alrededor de 6 por ciento. Después, desde el gobierno de Miguel de la Madrid, el crecimiento disminuyó, como se ve, a menos de 2 por ciento.
Y la política de Washington se va debilitando cada día más.
Canadá se ha acercado a estos países, en vista de la política estadunidense. México debería tomar esto en cuenta, especialmente después de las elecciones de julio próximo, dado que el gobierno que sale ha mostrado su ineptitud.
Canadá se ha acercado a estos países, en vista de la política estadunidense. México debería tomar esto en cuenta, especialmente después de las elecciones de julio próximo, dado que el gobierno que sale ha mostrado su ineptitud.