*Una larga marcha
José Agustín Ortiz Pinchetti
Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores cumplimos hoy una etapa en la larga marcha hacia el poder. El poder necesario para transformar México, sacarlo de la postración, despertar las conciencias y convocarnos a ser factor de nuestro propio destino. Hoy constituiremos jurídicamente el Movimiento Regeneración Nacional.
Morena es un fenómeno insólito en la historia política. Es producto del trabajo de miles de grupos que durante cinco años han crecido hasta abarcar todo el territorio nacional. El artífice principal es AMLO, pero sin el esfuerzo de sus partidarios sería inexplicable.
A pesar de la importancia objetiva del Morena, ha tenido escasa visibilidad: una inteligente y perversa campaña de medios lo ha cubierto con una cortina de humo. A partir de ahora, esta falsificación será más difícil.
La creación del Morena es una hazaña que concuerda con la vocación de AMLO: trabajar en la base, confiar en la gente común. Muy joven, fue promotor de una comunidad indígena a la que ayudó a prosperar; después, como dirigente del PRI en Tabasco, reorganizó los comités seccionales, pero los caciques se alarmaron y forzaron su salida. Levantó al PRD tabasqueño de la nada. Luchó contra los fraudes electorales con éxodos de miles de kilómetros. Como presidente nacional del PRD, lo reorganizó viajando por todo el país, fortaleció las bases locales y redujo el poder de la burocracia. En 1997, el PRD se convirtió en segunda fuerza y ganó el gobierno del Distrito Federal, que se disputaba por primera vez. Con el mismo método ganó la jefatura de la capital y, tras un desempeño brillante como gobernante entre 2000 y 2005, se lanzó por la Presidencia. El triunfo le fue arrebatado por la oligarquía y por complicidades y traiciones de las instituciones y los partidos. En lugar de replegarse con amargura o radicalizar hacia la violencia o pactar con los poderes fácticos, se dedicó, con una congruencia que admiran hasta sus más duros detractores, a construir una organización para ganar el poder en 2012, y propone al país volver a crecer, comenzar a repartir y consumar nuestra tortuosa transición a la democracia.
Sí, es una hazaña cumplida en un impulso pacífico, sin romper un vidrio, sin lesionar a nadie. Sin embargo, es una iniciativa. AMLO sólo podrá llegar a la Presidencia y materializar su proyecto si la mayoría de los mexicanos atiende y apoya su convocatoria, se organiza y defiende su voto.
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