La revista Variopinto realizó una entrevista al General Brigadier Francisco Gallardo, en donde aseveró que la desaparición de los 43 normalistas respondió a una maniobra organizada por el Ejército.
23 de noviembre de 2014.-Ante las acusaciones que pesan sobre las Fuerzas Armadas de México en torno a la masacre de Tlatlaya y el caso de Ayotzinapa, el Gobierno Federal insiste en defender sus políticas de seguridad y sigue guardando silencio sobre la participación del Ejército.
Sin embargo, el General Francisco Gallardo, quien cobró fama en la década de los noventa por proponer la creación de la figura de un ómbudsman militar costándole una condena de 28 años a prisión, manifiesta su discrepancia con la versión oficial sobre el caso de los normalistas: “Fue el Ejército el que realizó la desaparición porque hicieron una maniobra militar”, expone a Variopinto.
Su afirmación se basa en testimonios directos: “Yo platiqué al día siguiente con gente que presenció los hechos. Vinieron a mi oficina y platicaron conmigo. Estoy seguro que fue el Ejército, porque la policía en México está militarizada”.
Lo ocurrido en los dos últimos casos de violencia que han mantenido en crisis nacional al país podría ser considerado el claro ejemplo de brutalidad militar, aunque no sería la primera ocasión en que militares son señalados de cometer ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
Para el General Gallardo, el Ejército hizo una maniobra militar el día en que los normalistas desaparecieron y seis personas más murieron: “Hay policía municipal, hay civiles, pero son militarizados, a todos los policías de la región los concentran, para hacer cursos e investigarlos, pero ¿por qué a los policías civiles los mandan a adiestrar a la zona militar? Pues porque son militares. Todo este show —agarrar al presidente municipal, encontrar a un único culpable— es para que no se concentre la mirada en el Ejército”.
Y aunque en su conferencia del 7 de noviembre Murillo Karam afirmó que el Ejército no tuvo nada que ver con los acontecimientos de Iguala, los días posteriores al 26 de septiembre los normalistas sobrevivientes relataron que las tropas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no quisieron intervenir para auxiliar a los agredidos.
El General Brigadier ofrece detalles de lo que sucedió: “Esta es la maniobra que a mí me platicaron: los estudiantes tomaron vehículos ‘prestados’ —lo cual estuvo mal— e intentaron meterse a Chilpancingo. La Policía, el Ejército y todas las fuerzas de seguridad los detuvieron y los empujaron hacia Iguala, por la carretera.
“Pasaron un puente, adelante del cual había un retén de la Policía Federal; un retén militar vestido de Policía Federal, mejor dicho. Pasaron, los seguían empujando; luego llegaron a otro retén que estaba enfrente del cuartel del 27 Batallón de Infantería. Y ahí fue donde pasaron todos los detalles”.
Y sigue relatando: “Los estudiantes dijeron: aquí está el Ejército, nos va a ayudar… pero no los ayudaron. Fueron a las clínicas a pedir auxilio; tampoco los ayudaron, en ningún lado los ayudaron”.
Contrario a la versión oficial de los hechos que la PGR ha reconstruido, el General sentencia: “No fue omisión; el Ejército es cómplice. En un Estado democrático las armas no apuntan hacia dentro, apuntan hacia fuera. Simón Bolívar dijo que un soldado que apunta sus armas a su pueblo es un soldado maldito