El populismo, siempre y cuando se oriente a corregir carencias sociales no debe ser una corriente política temida o aborrecida dice Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia.
Regeneración, 26 de junio de 2017.- Para el Premio Nobel de Economía 2001 lo realmente importante es atender las carencias que puede tener la población, en una entrevista que ofreció a el diario El Universal, explica que hay diversos usos para referirse a ese término.
“A veces puedes decir que es populista alguien que critique la globalización. Mi punto de vista es que si hay algo que no está funcionando para la mayoría de las personas, es responsable decirlo, y eso no significa ser populista”, dice.
De visita en la Ciudad de México comenta que una democracia debe responder y satisfacer las necesidades de la mayoría de los ciudadanos y si no lo está haciendo, podrán llamar populismo a hacer una crítica a la liberalización de los mercados de capital o la globalización, “pero para mí es política democrática”.
Su preocupación respecto al populismo tiene que ver cuando en aras de obtener el apoyo popular, se hacen promesas vacías.
En este punto resulta imposible que no surja en la conversación la figura del presidente estadounidense Donald Trump quien concentra buena parte de la entrevista al profesor originario de Gary, Indiana, quien en algún momento de su carrera fue economista en jefe del Banco Mundial.
“Cuando Trump dice que va llevar de regreso los empleos manufactureros a Estados Unidos, sabemos que eso no va a ocurrir. Eso es populismo, en su peor faceta. Lo veo a él como populista y creo que eso es muy peligroso”, dice.
Prácticamente está dirigiéndose a un segmento de la sociedad estadounidense, diciéndole lo que quiere escuchar, sin importar que algunas de sus promesas van en direcciones opuestas, advierte. Añade que es preocupante que parte de la población no tiene el nivel de educación como para darse cuenta de qué es verdad.
“Uno de los aspectos más peligrosos que veo en el populismo extremo de Donald Trump pero también en otros líderes como con Rafael Correa, en Ecuador, es que atacan los fundamentos de la verdad. Trump dice que tiene ‘datos alternativos’, pero no puedes ser el líder de un pueblo si dices eso”, señala.
Al preguntarle si conoce a Andrés Manuel López Obrador, la respuesta es afirmativa. Sin embargo, Stiglitz reconoce que no tiene muchas bases para opinar sobre el político tabasqueño.
“Refiriéndome al contexto de mi país, es importante no asumir que el orden establecido es infalible, porque si se observa lo que pasó en los últimos 30 años en Estados Unidos, es claro que quienes estuvieron a cargo se equivocaron”, afirma.
LA REALIDAD EN MÉXICO
Para el profesor de la Universidad de Columbia, los resultados de las reformas estructurales en el desempeño de la economía mexicana no deben considerarse como limitados o negativos.
Como país que depende del sector petrolero, la caída que tuvieron los precios internacionales del crudo, debió traducirse en una contracción del Producto Interno Bruto (PIB).
Asegura que muchos de los estados de la Unión Americana incluyendo los que son gobernados por republicanos, necesitan hacer negocios con México.
“Los estados fronterizos están completamente integrados en una economía norteamericana que incluye a México. El secretario de Hacienda (José Antonio Meade) me ha dicho: se ha creado una región económica natural, con movilidad de personas, y eso es una realidad”, señaló.
Por esta razón, el concretar un rompimiento económico entre Estados Unidos y México es inconcebible, dice.
Con información de: El Universal