El presidente de Ecuador, Rafael Correa habló del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa
Regeneración, 8 de septiembre de 2015. En un discurso dirigido a jóvenes de Latinoamérica, el presidente de Ecuador, Rafael Correa se refirió a los 43 normalistas desaparecidos y los comparó con las violaciones a los derechos humanos de las dictaduras en América Latina.
Al inaugurar un Congreso de la Elap, Correa aludió a al hecho de que los jóvenes revolucionarios han marcado la la historia latinoamericana, «por eso rendimos homenaje a los jóvenes rebeldes que han luchado hasta entrabar sus vidas por una América libre, desde México hasta la Patagonia».
«En este camino miles de jóvenes fueron asesinados, desaparecidos y torturados», señaló Rafael Correa quien hizo el recuento de las masacres de estudiantes en Argentina, México, Chile, Brasil, Guatemala, Honduras, Nicaragua entre los años sesenta y ochenta y continuó: «o la reciente desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa».
«Las historias no sólo son dolorosas sino interminables. Nos llena de dolor e indignación recordarlas. Pero al mismo tiempo, nos convence de que debemos seguir luchando hasta alcanzar un futuro donde la muerte, la violencia, el sufrimiento ya no tengan cabida».
El mandatario ecuatoriano señaló que «varios de esos jóvenes que reprimió las dictaduras, hoy son presidentes de sus países y ejemplos para la juventud. Es el caso de Dilma Rousseff en Brasil, Daniel Ortega en Nicaragua, Salvador Sánchez, en El Salvador; el ex presidente uruguayo Pepe Mujica… Son hombres y mujeres que pelearon por sus ideales y que hoy construyen un futuro de oportunidades para millones de habitantes sus pueblos».
Correa citó al «eterno» Che Guevara, «quien dijo que la arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud: en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera».
Más adelante el presidente Correa describió los golpes blancos que son objeto los gobiernos de izquierda en América Latina, que incluyen ataques en redes sociales, golpes judiciales, una guerra económica y una guerra psicológica, buscando la ruptura institucional, incluyendo el golpe de Estado. «Es una estrategia continental», advirtió el mandatario ecuatoriano