Como una mancha oscura se va extendiendo el desastre nacional, cortesía de Felipe Calderón: desempleo, inseguridad, violencia, pobreza; corrupción, debilidad institucional, control de los medios de comunicación, decadencia de la clase política y tentaciones autoritarias, completan el cuadro. La guerra contra el narcotráfico se ha convertido en una guerra contra el pueblo mexicano (incluso ahora pende la amenaza de una intervención directa de los Estados Unidos). Las consecuencias son terribles: más de 35 mil muertos, la anulación de facto de los derechos humanos, de la tranquilidad y de la convivencia social.
Sin autoridad que defienda a la población, cunde el temor y la desesperanza. No obstante, hay que vencer el miedo y actuar. No hay otro camino que la transformación del país. No es fácil, pero si la sociedad se decide y actúa, las cosas van a cambiar. Esa es la apuesta de Movimiento Regeneración Nacional que convoca a todos los mexicanos a organizarse para defender sus derechos y reconstruir la nación. La intervención en los asuntos públicos es tarea de todos; frente a los peligros que nos acechan, es un deber ciudadano urgente.